30 sept 2010

ESPECIAL DE ''SHOWMATCH'' LOS DOMINGOS

Tinelli disconforme con la decisión de Suar

Según lo que informa Haceinstantes, el ciclo será un compilado de Bailando que saldrá al aire, en principio este domingo, de 14 a 15:30Hs y que se llamará "Lo mejor de la semana, Bailando 2010".

Este nuevo compilado con lo mejor del programa más visto de Canal 13 no estará producido por Ideas del Sur.

El ciclo se editará en Canal 13 y tendrá una voz en off como conducción.


ADRIAN PUENTE, EL REEMPLAZANTE DE JACOBSON



Adrian Puente será el encargado de ocupar el histórico lugar que tuvo Jorge Jacobson en ''Telefé Noticias, 1ra Edición''.

Según informa Exitoina, el debut del periodista en Telefé se producirá el Lunes 11 de Octubre. Su desembarco llegará con un cambio de escenografía y gráfica.

Actualmente está a cargo de la edicion central de C5N a las 21Hs, co-conduce con Tete Coustarot los domingos en Radio 10 a las 21 hs. “Qué Noche Tete” y es uno de los especialistas en automovilismo en Fox Sports.

NUEVA EMISIÓN DE ''LA LIGA''



Este jueves a las 23.15Hs, el ciclo de Telefe "La Liga" presentará dos nuevos informes sobre ”Extranjeros” y “Complejos”.

En su versión 2010, sin dejar de lado la temática de tinte social que le es propia, el programa incorpora nuevos segmentos destinados a tratar elementos relativos a las costumbres y la vida cotidiana.

Extranjeros. Cada año, más de dos millones de extranjeros visitan Argentina. Vienen por negocios, a estudiar o hacer turismo y con el propósito común de pasarla bien. "La Liga" reúne a un grupo de extranjeros para mostrarles una cara de la ciudad que jamás conocerían siguiendo los consejos de las guías turísticas: sexo, baile, fútbol y alcohol.

Complejos. La lista de complejos puede ser interminable. Algunos, incluso, son invisibles y no guardan relación con el cuerpo. "La Liga" muostrará que aquello que se vive como un defecto, puede convertirse en un atributo ventajoso e incluso un arma de seducción.

Este año, el ciclo de Eyeworks Cuatro Cabezas está conducido por Ronnie Arias, junto a Gisela Busaniche, Tamara Hendel, Diego Iglesias, Pablo Herrero y Giselle Motta.

"La Liga", este jueves a las 23.15Hs por Telefe.

NAZARENA VELEZ DADA DE ALTA



horas de haber llegado a su casa con su pareja Fabián Rodriguez, Nazarena confesó que no había armado el cuarto del niño por temor: Luego de lo que pasó con mi hermana quedé con mucho miedo, y preferí no hacerle el cuarto a mi hijo por miedo a que algo salga mal”.

Además, Naza contó como fue el día en que nació su tercer hijo: “El jueves pasado me fui a hacer un control (recién cumplía 8 meses de embarazo), y me dijeron que me tenía que quedar porque ya estaba con trabajo de parto”. A las ocho de la noche, nació Thiago, y aunque su hija mayor, Barbarita, quiso presenciar la cesárea, los médicos no la dejaron.

Según informa Pronto, con respecto al fallecimiento de Romina Yan Nazarena confesó estar muy conmovida: “La noticia me shockeó muchísimo, me tocó muy de cerca”.

En los próximos días el nuevo integrante de la familia Vélez- Rodríguez ya será dado de alta. “”Ahora están mis viejos y mis hijos y el de Fabi preparando todo para la llegada de Thiago a casa…estamos todos muy emocionados”, concluyó.

'LA MOLE' MOLI QUIERE LA RENCONCILIACION DE DASCOLA Y COKI



LOS RATINGS FINALES DEL MIÉRCOLES 29/9/2010

Lo más visto del miércoles fue Malparida (El Trece) con 24.9 puntos de rating. Segundo quedó Para vestir santos con 15.6. Telenoche marcó 13.7.

En Telefe lo más visto fue Justo a tiempo con 15.4 puntos. Telefe Noticias hizo 14.4 y Caín & Abel marcó 14.0. Lo que el tiempo nos dejó logró 13.5.

En Canal 9 lo más destacado fue Telenueve 2 con 9.6. Viviana Canosa logró 7.7 y Soy tu dueña promedió 6.2.

En América lo más visto resultó la edición especial de Intrusos por la muerte de Romina Yan con 7.3 puntos. Infama hizo 7.0. Intrusos (15.30-17.30) midió 6.3.

En Canal Siete lo más visto fue el clásico platense entre Estudiantes vs. Gimnasia con 5.0 puntos.

El rating acumulado del 29/9 por canales: El Trece promedió 12.0 puntos; Telefe (11.1); Canal 9 (6.1); América (6.0) y Canal Siete (2.4).

RICARDO FORT SOÑADOR DE VIRGINIA GALLARDO

SOÑADOR DE VIRGINIA GALLARDO

CANOSA ROCCASALVO PELEA VIDEO



VIVIANA CANOSA SUSANA ROCCASALVO



SUSANA ROCCASALVO VIVIANA CANOSA



CANOSA Y ROCCASALVO



CANOSA ROCCASALVO



ROCCASALVO CANOSA



ROCCASALVO Vs CANOSA



CANOSA Vs ROCCASALVO



VIVIANA CANOSA Vs SUSANA ROCCASALVO



SUSANA ROCCASALVO Vs VIVIANA CANOSA



29 sept 2010

SUSANA GIMENEZ Y MIRTHA LEGRAND EN EL VELATORIO ROMINA YAN



FLORENCIA PEÑA EXPORTA CICLO A URUGUAY

La multifacética actriz volverá a la pantalla de Canal 10 de Uruguay para 2011. El canal confirmó que emitirá “Sr. y Sra. Camas”, el unitario que produce para la Televisión Pública, a partir del año próximo.

Los directivos de la emisora uruguaya decidieron comprar a Canal 7 el producto “Sr. y Sra. Camas”, el unitario que se encuentra en etapa de preproducción y que llevará a la pantalla chica nuevamente a la ex “Pechocha”.

Recordemos que Florencia tiene gran penetración en el público charrúa ya que fue protagonista de “Porque te quiero así”, que resultó el programa más visto de un canal no líder.

Así será como Peña continuará en la pantalla vecina durante 2011, pero esta vez será con un producto propio.

CARLA CONTE Vs IDEAS DEL SUR



NUEVO CAPÍTULO DE ''PARA VESTIR SANTOS''



Este miércoles 29 de septiembre a las 22.45Hs llega el capítulo veinticuatro de “Para vestir Santos”, el unitario producido por Pol-ka para El Trece, protagonizado por Gabriela Toscano, Celeste Cid y Griselda Siciliani, quienes están acompañadas por un elenco de primera línea conformado por: Betiana Blum, Hugo Arana, Fernán Mirás, Héctor Díaz, y Gloria Carrá, entre otros.

Click en ''Leer Más'' para ver la sinopsis.


Virgi (Siciliani) quiere vender la casa que albergó desde siempre a ella y sus hermanas. Necesita el dinero para comprarse su propio departamento, ya que decidió aceptar la propuesta de casamiento de Julio (Ferro) En primer lugar, le comunica la noticia a Susi (Toscano) quien no puede creer lo que escucha: siente que Virgi la está traicionando. Sin medias tintas, la mayor de las San Juan se desata e inicia un cruel parlamento hacia su hermana. La discusión cobra tal dimensión que llega a límites insospechados, donde sobran los actos y las palabras hirientes.

Mientras tanto Male (Cid) trata, en vano, de mantenerse al margen de la pelea. También quiere irse a vivir sola. Y Sebastián (Meloni) será quien le extienda una mano para que pueda mudarse, aunque sea provisoriamente.

Por su parte Sergio (Mirás) esta dispuesto a cualquier cosa para recuperar a Susi, por más que esto implique dejar totalmente a un lado su dignidad. Pero a pesar de sus esfuerzos “denodados”, Susi se muestra cada vez más cerca de David (Casero).

ESTA NOCHE EN ''LO QUE EL TIEMPO NOS DEJÓ''



Este miércoles, a las 23.15Hs, Telefe emitirá el quinto episodio de "Lo que el tiempo nos dejó": Los niños que escriben en el cielo. Este envío narra la guerra de Malvinas a través de los ojos de un chico de 10 años que escribe una carta a un soldado que nunca llegará a destino.

El capítulo está protagonizado por Fabián Vena, Julieta Ortega, Carlos Belloso, Claudia Fontán, Arturo Goetz y Sandra Mihanovich. El libro es de Patricio Vega y la dirección de Adrián Caetano.

"Lo que el tiempo nos dejó" es
un ciclo de seis telefilms que retratan historias del Bicentenario argentino; una creación de Sebastián Ortega y Underground Contenidos con la supervisión histórica de Felipe Pigna.

"Lo que el tiempo nos dejó" -capítulo: Los niños que escriben en el cielo"- este miércoles a las 23.15Hs por Telefe.

HOY: ''INTRUSOS'' A LAS 13.30Hs



El golpe por la muerte de la querida Romina Yan hizo que muchos programas no salgan al aire en la noche de ayer, y hoy no es la excepción.

Mirtha Legrand, muy afectada por la desaparición física de Romina, decidió no realizar su eterno programa de los almuerzos en el día de la fecha.

Mario Cella, gerente de programación de América, determinó que ''Intrusos'', con Luis Ventura a la cabeza, comience a las 13.30Hs, luego del noticiero.

Aún no se sabe a que hora tendrá fin esta emisión especial ni como continuará el resto de la programación.

''MÉDICOS POR NATURALEZA'' DE DOLORES CAHEN D'ANVERS



Dolores Cahen D’Anvers y un equipo de destacados profesionales presentan, de lunes a viernes a las 10:30, un programa periodístico de servicio a la comunidad, con la participación del cardiólogo Guido Bergman, el pediatra Ezequiel Díaz, el kinesiólogo y fisiatra Alejandro Resnikoff y la psicóloga Valeria Schwalb.

La salud en la vida cotidiana, con todas las respuestas para comprender mejor el funcionamiento del cuerpo, actuar en la prevención y mejorar la calidad de vida.

LOS RATINGS FINALES DEL DÍA QUE MURIÓ ROMINA YAN

En un día muy triste por la desaparición física de la actriz Romina Yan, Malparida (El Trece) se quedó con el promedio más alto del martes con 25.5 puntos de rating. El especial de Policías en acción, que ocupó el lugar de ShowMatch, marcó 15.7. Telenoche hizo 15.4.

En Telefe lo más visto fue Telefe Noticias disparandose a 18.3 puntos. La película La terminal promedió 12.1. Casi Ángeles hizo 11.5.

En Canal 9 lo más destacado resultó Telenueve 2 con 10.6. Canosa logró 7.3 y Beto Casella 6.2.

En América lo más visto pasó por Infama con 9.1 puntos. Intrusos 10 años logró 7.5.

En Canal Siete lo más visto fue Cocineros argentinos (2) con 3.9 puntos.

El rating acumulado del día por canal: El Trece promedió 13.1 puntos; Telefe (11.1); Canal 9 (6.3); América (6.0) y Canal Siete (1.9).

¿QUE ES LA MUERTE SUBITA?



La muerte súbita es una de las situaciones que más golpea a los familiares y amigos de la víctima. De manera inesperada, el afectado sufre un parocardiorrespiratorio y fallece, sin que nadie pueda hallar explicaciones.

Los expertos definen este cuadro como el deceso de manera inesperada, que puede desencadenarse incluso en un minuto. “Es la ausencia de pulso, de respiración, de conciencia inesperada, en forma natural, espontánea y de un minuto para el otro. Deja de funcionar el corazón, hay una fibrilación ventricular”, explicó la médica Marcela Gotlib (MN 61.893) en C5N.

Con respecto a la posibilidad de identificar síntomas que llamen la atención sobre el riesgo de sufrir un incidente de este tipo, Jorge Lerman, profesor de Cardiología de la Facultad de Medicina de la UBA y jefe de Cardiología del Hospital de Clínicas, señaló a Infobae.com que “dada la inmediatez del fallecimiento, es imposible”.

No obstante, sí se puede detectar con anticipación una serie de factores predisponentes que, en última instancia, podrían llevar a este desenlace. Para lograr esto “están los chequeos médicos”, dijo. “Una persona va el médico, quien le hace unas preguntas básicas, lo revisa, le toma la presión, el pulso y lo somete a un electrocardiograma. También le receta una batería básica de exámenes de laboratorio”, enumeró Lerman.

Frente a algún resultado anormal, “por ejemplo de que exista la posibilidad de un problema cardíaco”, se avanza en los estudios y se alerta al paciente y los familiares sobre la posibilidad de que ocurra un evento de este tipo.

Si bien es más común que la muerte súbita ataque a una persona de mayor edad, más aún si cuenta con antecedentes de enfermedad cardíaca, no están exentos los jóvenes ni los bebés. En ese sentido, Fernando Scazzuso (MN 83184), electrofisiólogo y jefe del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, señaló que “a partir de la edad de 35 años la enfermedad prevalente más importante es la enfermedad coronaria, por lo es importantísimo concurrir al médico y someterse a un examen físico que incluya un electrocardiograma”.

“A partir de los 35 años hay una muerte súbita cada 1.000 personas considerada normal en la población en general”, agregó.

Lo importante, concluyó Lerman, es que el público conozca la forma correcta de aplicar maniobras de resucitación para ayudar de inmediato ante un incidente de estas características

Fuente: Infobae.

NUEVO CAPÍTULO DE ''PARA VESTIR SANTOS''

Este miércoles 29 de septiembre a las 22.45Hs llega el capítulo veinticuatro de “Para vestir Santos”, el unitario producido por Pol-ka para El Trece, protagonizado por Gabriela Toscano, Celeste Cid y Griselda Siciliani, quienes están acompañadas por un elenco de primera línea conformado por: Betiana Blum, Hugo Arana, Fernán Mirás, Héctor Díaz, y Gloria Carrá, entre otros.

Click en ''Leer Más'' para ver la sinopsis.


Virgi (Siciliani) quiere vender la casa que albergó desde siempre a ella y sus hermanas. Necesita el dinero para comprarse su propio departamento, ya que decidió aceptar la propuesta de casamiento de Julio (Ferro) En primer lugar, le comunica la noticia a Susi (Toscano) quien no puede creer lo que escucha: siente que Virgi la está traicionando. Sin medias tintas, la mayor de las San Juan se desata e inicia un cruel parlamento hacia su hermana. La discusión cobra tal dimensión que llega a límites insospechados, donde sobran los actos y las palabras hirientes.

Mientras tanto Male (Cid) trata, en vano, de mantenerse al margen de la pelea. También quiere irse a vivir sola. Y Sebastián (Meloni) será quien le extienda una mano para que pueda mudarse, aunque sea provisoriamente.

Por su parte Sergio (Mirás) esta dispuesto a cualquier cosa para recuperar a Susi, por más que esto implique dejar totalmente a un lado su dignidad. Pero a pesar de sus esfuerzos “denodados”, Susi se muestra cada vez más cerca de David (Casero).

¿DE QUE MURIO ROMINA YAN?

VELATORIO ROMINA YAN EN VIVO



LA BIOGRAFÍA COMPLETA DE ROMINA:
CLICK AQUI (Enlace Directo)

AUTOPSIA ROMINA YAN



El cuerpo de Romina Yan fue trasladado desde el Hospital Central de San Isidro hacia la morgue de San Fernando, donde los médicos especialistas le realizaron la autopsia correspondiente a lo largo de una hora y media.

A pedido de los familiares, los resultados de la misma no se difundieron y aún se desconoce la verdadera causa que le provocó la muerte a la joven actriz de 36 años.
Pero, según informó C5N, la actriz no murió de forma violenta ya que no se encontraron traumas ni lesiones. Su familia decidió que no haya velatorio, sino que en el cementerio Memorial de la localidad de Del Viso se haga una ceremonia íntima previo a su entierro..

Al parecer, Romina sufrió un parocardiorespiratorio del que no pudo recuperarse, luego de que los médicos intentaran reanimarla en el lapso de cincuenta minutos.

El martes a la mañana Romina estuvo en el gimnasio y por la tarde en un centro de estética, lugar donde se descompuso.

LA BIOGRAFÍA COMPLETA DE ROMINA:
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Fuente: Diarioshow.

ROMINA YAN PARO CARDIACO



La actriz Romina Yan falleció esta tarde en el Hospital Central de San Isidro según confirmaron fuentes cercanas a la familia a lanacion.com. Tenía 36 años.

Yan habría llegado al hospital con síntomas de un paro cardíaco, tras sufrir una descompensación.
La actriz es hija del director y productor televisivo Gustavo Yankelevich y de Cris Morena.

Romina es recordada principalmente por protagonizar la exitosa telenovela infanto juvenil Chiquititas, con la que permaneció al aire por cuatro temporadas.

Fuente: La Nacion.

ROMINA YAN VELATORIO

ROMINA YAN MARCHA OBELISCO EN VIVO



Los fanáticos y seguidores de la actriz Romina Yan, quien murió este martes de un paro cardíaco a los 36 años, realizarán una despedida este miércoles desde las 19 en el Obelisco y en el Gran Rex, llevando una rosa blanca, flor favorita de la artista.

La convocatoria fue lanzada a través de Facebook y Twitter. “Miércoles 29 de septiembre a las 19 se hace un ‘gracias’ masivo en Obelisco por fans de Romina. Todos deben llevar una rosa blanca”, publica los seguidores.

"Hoy, traer rosas blancas y mucha fuerza para cantar todos juntos Corazón con agujeritos, como lo pidio Cris hace horas", dicen los usuarios en las redes sociales.

Después de ir al Obelisco, los que se acerquen caminarán hasta el Teatro Gran Rex. Una sala donde muchos disfrutaron del espectáculo de "Chiquititas".

El grupo de Facebook "No puedo creer que Murio Romina Yan", creado el martes minutos después del fallecimiento de la actriz, este miércoles ya tiene más de 300 mil seguidores.

QUE DIO LA AUTOPSIA DE ROMINA YAN



El cuerpo de Romina Yan fue trasladado desde el Hospital Central de San Isidro hacia la morgue de San Fernando, donde los médicos especialistas le realizaron la autopsia correspondiente a lo largo de una hora y media.

A pedido de los familiares, los resultados de la misma no se difundieron y aún se desconoce la verdadera causa que le provocó la muerte a la joven actriz de 36 años.
Pero, según informó C5N, la actriz no murió de forma violenta ya que no se encontraron traumas ni lesiones. Su familia decidió que no haya velatorio, sino que en el cementerio Memorial de la localidad de Del Viso se haga una ceremonia íntima previo a su entierro..

Al parecer, Romina sufrió un parocardiorespiratorio del que no pudo recuperarse, luego de que los médicos intentaran reanimarla en el lapso de cincuenta minutos.

El martes a la mañana Romina estuvo en el gimnasio y por la tarde en un centro de estética, lugar donde se descompuso.

Fuente: Diarioshow.

ROMINA YAN AUTOPSIA



El cuerpo de Romina Yan fue trasladado desde el Hospital Central de San Isidro hacia la morgue de San Fernando, donde los médicos especialistas le realizaron la autopsia correspondiente a lo largo de una hora y media.

A pedido de los familiares, los resultados de la misma no se difundieron y aún se desconoce la verdadera causa que le provocó la muerte a la joven actriz de 36 años.
Pero, según informó C5N, la actriz no murió de forma violenta ya que no se encontraron traumas ni lesiones. Su familia decidió que no haya velatorio, sino que en el cementerio Memorial de la localidad de Del Viso se haga una ceremonia íntima previo a su entierro..

Al parecer, Romina sufrió un parocardiorespiratorio del que no pudo recuperarse, luego de que los médicos intentaran reanimarla en el lapso de cincuenta minutos.

El martes a la mañana Romina estuvo en el gimnasio y por la tarde en un centro de estética, lugar donde se descompuso.

Fuente: Diarioshow.

FOTOS DE ROMINA YAN










LA BIOGRAFÍA COMPLETA DE ROMINA:
CLICK AQUI (Enlace Directo)

ROMINA YAN MARCHA OBELISCO FLORES BLANCAS



Los fanáticos y seguidores de la actriz Romina Yan, quien murió este martes de un paro cardíaco a los 36 años, realizarán una despedida este miércoles desde las 19 en el Obelisco y en el Gran Rex, llevando una rosa blanca, flor favorita de la artista.

La convocatoria fue lanzada a través de Facebook y Twitter. “Miércoles 29 de septiembre a las 19 se hace un ‘gracias’ masivo en Obelisco por fans de Romina. Todos deben llevar una rosa blanca”, publica los seguidores.

"Hoy, traer rosas blancas y mucha fuerza para cantar todos juntos Corazón con agujeritos, como lo pidio Cris hace horas", dicen los usuarios en las redes sociales.

Después de ir al Obelisco, los que se acerquen caminarán hasta el Teatro Gran Rex. Una sala donde muchos disfrutaron del espectáculo de "Chiquititas".

El grupo de Facebook "No puedo creer que Murio Romina Yan", creado el martes minutos después del fallecimiento de la actriz, este miércoles ya tiene más de 300 mil seguidores.

ROMINA YAN TWITTER



Jorge Rial, Nacho Viale, Zaira Nara, Andy Kusnetzoff y Luciana Salazar expresaron su congoja a través de la red social Twitter.

Jorge Rial: "Con Romina también se murió la infancia de muchos chicos. Una manera terrible de entrar a la adultez y saber q la muerte no es ficción".

Nacho Viale: "Por motivos que son de público conocimiento, y en homenaje a toda la familia Yankelevich, "Almorzando" no saldrá al aire en el día de hoy".

Zaira Nara: "q triste amanecer con esta noticia...ojala que la luz q romi siempre transmitio sea la que pueda sacar adelante a toda su flia.. FUERZA"

Andy Kusnetzoff: "hola.estamos de luto.gracias"

Luciana Salazar: "Mañana parto para Chile hasta el domingo. Q tengan un muy buen día amigos más alla del día y d la tristeza q tenemos todos x lo de Romina".

Fuente: Crónica.

ROMINA YAN OBELISCO



Los fanáticos y seguidores de la actriz Romina Yan, quien murió este martes de un paro cardíaco a los 36 años, realizarán una despedida este miércoles desde las 19 en el Obelisco y en el Gran Rex, llevando una rosa blanca, flor favorita de la artista.

La convocatoria fue lanzada a través de Facebook y Twitter. “Miércoles 29 de septiembre a las 19 se hace un ‘gracias’ masivo en Obelisco por fans de Romina. Todos deben llevar una rosa blanca”, publica los seguidores.

"Hoy, traer rosas blancas y mucha fuerza para cantar todos juntos Corazón con agujeritos, como lo pidio Cris hace horas", dicen los usuarios en las redes sociales.

Después de ir al Obelisco, los que se acerquen caminarán hasta el Teatro Gran Rex. Una sala donde muchos disfrutaron del espectáculo de "Chiquititas".

El grupo de Facebook "No puedo creer que Murio Romina Yan", creado el martes minutos después del fallecimiento de la actriz, este miércoles ya tiene más de 300 mil seguidores.

NO PUEDO CREER QUE MURIO ROMINA YAN FACEBOOK

http://es-la.facebook.com/pages/No-puedo-creer-que-murio-Romina-Yan/134730899908164?ref=ts

ROMINA YAN CHIQUITITAS

PROSECION POR ROMINA YAN



Los fanáticos y seguidores de la actriz Romina Yan, quien murió este martes de un paro cardíaco a los 36 años, realizarán una despedida este miércoles desde las 19 en el Obelisco y en el Gran Rex, llevando una rosa blanca, flor favorita de la artista.

La convocatoria fue lanzada a través de Facebook y Twitter. “Miércoles 29 de septiembre a las 19 se hace un ‘gracias’ masivo en Obelisco por fans de Romina. Todos deben llevar una rosa blanca”, publica los seguidores.

"Hoy, traer rosas blancas y mucha fuerza para cantar todos juntos Corazón con agujeritos, como lo pidio Cris hace horas", dicen los usuarios en las redes sociales.

Después de ir al Obelisco, los que se acerquen caminarán hasta el Teatro Gran Rex. Una sala donde muchos disfrutaron del espectáculo de "Chiquititas".

El grupo de Facebook "No puedo creer que Murio Romina Yan", creado el martes minutos después del fallecimiento de la actriz, este miércoles ya tiene más de 300 mil seguidores.

ULTIMO PROGRAMA DE ROMINA YAN



Podemos contar en exclusiva que estaba todo cerrado para que en diciembre Romina Yan volviera a la pantalla de Telefe, donde tuvo sus grandes éxitos.

Marisa Badía, gerente de Programación de esa emisora, ya había acordado con Romi su proyecto personal para hacer un ciclo infantil diario para chicos menores de 7 años. A partir del nacimiento de Franco (10), Valentín (7) y sobre todo de Azul (4), Romina sintió que quería y podía hacer un programa con sus propios textos y canciones, para chicos bien chiquitos y´alentada como siempre por su familia, su mamá Cris Morena y su papá, Gustavo Yankelevich, avanzó con el proyecto que en diciembre iba a ver el aire.Fue su último deseo en los medios. Ya no será.

Fuente: Laura Ubfal.

ROMINA YAN VOLVIA A TELEFE



Podemos contar en exclusiva que estaba todo cerrado para que en diciembre Romina Yan volviera a la pantalla de Telefe, donde tuvo sus grandes éxitos.

Marisa Badía, gerente de Programación de esa emisora, ya había acordado con Romi su proyecto personal para hacer un ciclo infantil diario para chicos menores de 7 años. A partir del nacimiento de Franco (10), Valentín (7) y sobre todo de Azul (4), Romina sintió que quería y podía hacer un programa con sus propios textos y canciones, para chicos bien chiquitos y´alentada como siempre por su familia, su mamá Cris Morena y su papá, Gustavo Yankelevich, avanzó con el proyecto que en diciembre iba a ver el aire.Fue su último deseo en los medios. Ya no será.

Fuente: Laura Ubfal.

COMO SE LLAMA EL MARIDO DE ROMINA YAN



DARIO GIORDANO, ESPOSO-PAREJA-MARIDO DE ROMINA YAN:

La actriz Romina Yan falleció esta tarde en el Hospital Central de San Isidro según confirmaron fuentes cercanas a la familia a lanacion.com. Tenía 36 años.

Yan habría llegado al hospital con síntomas de un paro cardíaco, tras sufrir una descompensación.
La actriz es hija del director y productor televisivo Gustavo Yankelevich y de Cris Morena.

Romina es recordada principalmente por protagonizar la exitosa telenovela infanto juvenil Chiquititas, con la que permaneció al aire por cuatro temporadas.

Fuente: La Nacion.

ROMINA YAN MARIDO



Más de Romina Yan y su marido:
CLICK AQUI (Enlace Directo)

DARIO GIORDANO, ESPOSO-PAREJA-MARIDO DE ROMINA YAN:

ENTREVISTA A ROMINA YAN Y MARIDO:
Fuente: Revista Caras - Edición 1369 - 01/04/2008

'Voy a celebrar mis 10 años de matrimonio con una ceremonia'
El amor cambió su vida

Mirada a la distancia parece esas personas que lo tienen todo. Una familia que pudo ofrecerle lo que ella necesitaba, unos padres —Gustavo Yankelevich y Cris Morena— que le facilitaron el desarrollo de su carrera como actriz -por ser productores televisivos-, un casamiento digno de una princesa que se prolongó en un matrimonio estable, tres hijos tan sanos y lindos que parecen salidos de una postal. Sin embargo, vista de cerca, Romina Yan (33) se asemeja mucho a una mujer de carne y hueso con todo lo que eso supone. Una mujer que, puesta a relatar su historia, abandona el relato lineal para desnudar las contradicciones, los miedos, la sensación de soledad y las zonas oscuras que conoció, y que la llevaron a tocar fondo y a manifestar sus angustias en trastornos alimentarios, antes que el amor de su vida, Darío Giordano (33), llegara para rescatarla y abrirle las puertas de una nueva existencia. “El es quien, en medio del momento más confuso de mi vida, me ayudó a que me encontrara conmigo misma y me enseñó a valorarme”, dice la protagonista de “Bella & Bestia”.

Hoy, Romina Yan ve con más claridad el camino que desea transitar. Y, aunque disfruta el éxito del ciclo que protagoniza con Damián de Santo, piensa la manera en que le gustaría dejar su profesión para darle a su vida un rumbo definitivamente a su medida.

—¿De verdad quiere dejar su carrera?
—Bueno, un poco esa es la idea. No sé si me gustaría dejarla del todo, pero quisiera tener una actividad paralela en la que me sienta cómoda. Y, si el día de mañana rindiera, podría dejar la actuación. Siempre fantaseo con dejar el tema de la televisión.

—¿Por qué?
—Disfruto muchísimo de mi laburo, me encanta actuar. Pero alrededor de la actuación hay todo un entorno que no me agrada tanto. Y, sobre todo, cuando tenés tres hijos y una familia como la mía, a veces se hace demasiado... (piensa). No sé si fastidioso es la palabra, pero este trabajo demanda mucho tiempo, implica demasiada exposición. Y llega un momento en que el equilibrio se empieza a perder por más que una lo busque. Y te empezás a angustiar, porque no rendís lo suficiente en tu trabajo o porque estás ausente de tu casa las horas que deberías estar. Por eso, prefiero evitar la exposición y trato de no ir ni siquiera a los estrenos, porque realmente la paso mal. No sé cómo evitar las cámaras y me da como una fobia. Prefiero mantener un perfil bajo, preservar a mi familia. Pensá que soy hija de padres conocidos así que viví mucho las persecuciones, los fotógrafos parados en la puerta de casa, todo eso.

—¿Lo sufrió?
—Sí, mucho. Cuando era chica me hacían sufrir las cosas que me decían mis compañeros del colegio, las burlas por lo que hacía mi mamá en la tele. Por eso trato de preservar a mis hijos. Tanto, que pienso que no me molestaría dejar todo. A diferencia de lo que les pasa a otros actores, no siento que necesite actuar para vivir. Esto de la tele me da un poco de vértigo.

—¿Para poder manejar todo lo que no le gusta de su papel de actriz es que siempre trabaja en programas producidos por sus padres? ¿Busca protección?
—No, al contrario. Ellos me dicen que tengo que hacer más notas, salir, hacer prensa. Trabajo con ellos porque me siento cómoda, me siento contenida, y muy cuidada.

—¿Pero eso no le genera inseguridad? ¿No le gustaría probarse en otros ámbitos?
—Es que no pasa por mí. Ocurre que no me han llamado de otros lados, y no me explico por qué. Ahora, me convocaron para hacer una película que no tiene nada que ver con mis viejos, y la hice.

—¿Por qué cree que no tiene demasiadas propuestas?
—Lo que pasa es que no siempre llegan en el momento adecuado. Por ejemplo, tuve muchas propuestas justo cuando quería tener otro bebé. Y las rechacé. Mi representante me quería matar, pero yo soy así. Soy muy metódica, insoportablemente estructurada. En algunas cosas me parezco a Bella, mi personaje de “B&B”. Siempre le digo a mi marido que a mí me cansa el agotamiento mental. Siempre estoy en mil cosas a la vez. En el laburo estoy pensando en los chicos que están saliendo del colegio y si me dejarán un mensaje diciendo que llegaron bien, para que me quede tranquila. Pienso en lo que comieron en el comedor para decidir qué tienen que comer en casa ese día. Entonces, llamo para pedir que les preparen lo que quiero que coman. O sea que voy pensado todo el tiempo. Y cuando llego a casa, la cabeza me explota. Además, no me gusta perder el tiempo. Entonces, si tengo un hueco libre no puedo tirarme a descansar. Necesito ocuparlo. Si planifico descansar, está buenísimo, de lo contrario tengo que hacer algo. Cuando tengo un bache en las grabaciones, hago las compras y las envío a casa. Si tengo otro bache, voy y me depilo. Soy muy organizada. Planifico todo y si me cambiás algo, me matás. Si pienso que voy a aprovechar un bache en las grabaciones para hacer un llamado al médico y no se da cuando yo lo esperaba me pongo de mal humor. Soy terriblemente obsesiva, y eso para algunas cosas me sirve y para otras me vuelve loca. Lo sufro cada vez que las cosas no se dan como yo quiero. En ese sentido, me gustaría ser un poco más como Damián, que vive la vida venga como venga, siempre relajado. Lo admiro por eso.

—Asegura que en algunas cosas se parece a su personaje. Como ella ¿podría enamorarse de un hombre como el que interpreta De Santo? ¿Su marido se le parece?
—No mucho. Pero tiene algo de Damián: con las cosas de la casa es un desbole. Me dice que le va a comprar la comida al perro y cuando llego a la noche, me entero de que se olvidó y que dejó al perro todo el día sin comer. Pero también, si tiene que tomar un antibiótico lo llamo para recordárselo.

—¿Y a él le gusta que usted sea así?
—Claro, son nuestros códigos. A veces le digo que no puede ser que lo tenga que llamar para hacerle recordar cosas, pero lo sigo haciendo. Es mi forma de cuidarlo, que sienta que lo amo.

—Su marido, además, es el padre de sus tres hijos. ¿Recuerda sus sensaciones como hija? ¿Cómo fue para usted ser hija de padres cuyos nombres eran tan significativos en el mundo del espectáculo?
—No tuve otros, así que no puedo decirte si tener padres como los que tengo es mejor que tener padres anónimos. Para mí ellos son simplemente mis padres, y punto. Lo que sí puedo decirte es que de chica sufrí el tema de la exposición pública a causa de ellos. Yo tendría 7 u 8 años cuando mamá hacía “Mesa de noticias”. La gente por la calle la reconocía y, cuando estaba conmigo, le pedían autógrafos. Entonces, yo me quedaba a un costadito mirando esa escena desde afuera, porque era demasiado fuerte para mí. Después, ya te dije, estaban las burlas y todas las cosas que me decían.

—Esa imagen de mujer siempre joven, atractiva, ¿no generó en usted un sentimiento de rivalidad?
—No. Es más, cuando era chica me encantaba estar con ella y que me viniera a buscar al colegio.

—¿Que la fuera a buscar bien vestida, arreglada, producida como una mujer de la televisión?
—En realidad, ella siempre tuvo un estilo muy particular. No cambió mucho con el tiempo: tiene su pelo largo, su forma de vestirse. Nunca me puse a pensar cómo quería que se vistiese para irme a buscar al colegio. Simplemente estaba contenta. Nosotras siempre fuimos muy diferentes, y eso es lo bueno. Nos parecemos en lo organizadas, en la dificultad que tenemos para delegar. Pero ella es más extravertida. Siempre me gustó estar con ella. De hecho los sábados mi papá llevaba a mi hermano a jugar al rugby y nosotras salíamos. Ese era nuestro día. Mirábamos vidrieras, íbamos a caminar. Lo único que no me gustaba cuando tenía 10 o 12 años era que me dijeran: ‘¿Ella es tu hermana?’. O le decían a ella “tu hermanita”, refiriéndose a mí. Pero la verdad, no tuve grandes conflictos con ese asunto. Ella estuvo muy pendiente de mí en la adolescencia. Estaba cuando iba a bailar y no sabía qué ponerme y me veía fea, típico de adolescente. Entonces, ahí estaba ella para armarme un conjunto que me dejara contenta. Reconozco que en la adolescencia una busca diferenciarse de los padres. De hecho, ella siempre fue rubia y yo morocha; ella siempre tuvo el pelo largo y yo después de hacer “Jugate conmigo” me corté el pelo carré, bien cortito. Creo que siempre lo hice en forma inconsciente hasta que empecé terapia. Me di cuenta de que buscaba diferenciarme, buscaba mi identidad. Si el tema me hubiera molestado tanto no hubiese podido trabajar con ella.

—¿Y qué es lo que hoy valora de sus padres y trata de trasmitirle a sus hijos?
—De mis viejos valoro muchas cosas. De todo, hay algo que siempre comentamos con mi hermano y que me encantaría poder hacer con mis hijos: no sé qué habrán hecho ellos para que ambos salgamos tan sanos. Ni mi hermano ni yo fumamos, no tomamos drogas ni nada de eso. Y con mi marido creo que vamos a poder hacer lo mismo con nuestros hijos, porque pensamos que lo más importante es el amor que les podamos brindar, el amor que ellos ven en su hogar. Y la verdad es que con Darío estamos todo el tiempo abrazados, de la mano, besándonos, diciéndonos 'Te amo'. Y creo que eso es muy importante para que ellos vivan en un ambiente cálido y de contención.

—Pero sus padres también se separaron.
—Mis viejos se separaron de grandes, yo tenía casi 20 años. Pero ellos, a pesar de haberse separado, mantienen una excelente relación. Nosotros somos muy unidos los cuatro, más allá de que cada uno esté en sus cosas. Somos un bloque muy unido. Si mi mamá necesitara algo, mi papá sería el primero en correr. Y a la inversa. De hecho, ellos se lo dicen todo el tiempo. Y eso, te relaja. Siempre nos inculcaron que teníamos que estar juntos, ayudándonos todo el tiempo. Y eso mismo trato de trasmitirles a mis hijos.

—Y en este jugo de diferencias y similitudes con sus padres, ¿no tiene miedo de separarse, como ellos?
—Cuando me casé con Darío lo hice con la convicción de que iba a ser para toda la vida. No sé qué es lo que va a pasar pero, hoy por hoy, para mí esta relación es para toda la vida. Hoy sigo sintiendo lo mismo, y cada vez estoy más enamorada de él. Sería una tonta si asegurara que me voy a morir al lado de mi marido. Pero eso es lo que deseo. Igual sé que hay muchas cosas que pueden pasar y derribar el amor. Cuando miro hacia atrás y veo que pasaron diez años, me sorprendo. Es increíble: el año que viene voy a cumplir diez años y la sigo pasando rebién con Darío. Me divierto mucho.

—¿Piensan celebrar los diez años de matrimonio?
—Tengo ganas. El día que me casé, le dije a mi marido que cuando cumpliéramos diez años lo celebraríamos con una fiesta en la que pudiéramos reconfirmar nuestro amor. Me gustaría invitar a la mayor cantidad de gente que estuvo el día en nuestro casamiento. Además, ahora estarían nuestros hijos. Me gustaría que ellos vivieran lo que fue para nosotros casarnos en su momento. No te digo que pienso hacer un altar, pero me gustaría hacer algo donde pudiera hablarle a él y él a mí, y ver qué nos pasó durante estos años. Y que la gente que estuvo con nosotros también participe.

—El festejo de los diez años, entre otras cosas, la encontrarán más grande, más “vieja”. ¿Le preocupa?
—No tengo problemas con la edad, con las arrugas. Sí me gusta verme bien, verme en la tele y agradarme. Para eso entreno tres veces por semana en un gimnasio, y una vez por semana me hago tratamientos estéticos.

—Pero no siempre tuvo esa relación con su imagen. ¿Fue muy exigente en su adolescencia?
—Creo que tuvo que ver con una etapa de mi vida. Así como te decía que soy muy sana, pienso que por algún lado el ser humano tiene que descargar ciertas cosas que le ocurren, la angustia frente a situaciones que no puede manejar. Quizá mi adolescencia fue un momento complicado: buscaba mi identidad, mi lugar en el mundo, no tenía muy claro lo que quería hacer. Pensá que había entrado a trabajar a “Jugate…”, porque quería estar con mi mamá.

—¿Fue por eso?
—Sí, fue por eso. Quería estar con ella. Aparte, me encantaba bailar, claro. La verdad es que no era mi intención seguir con esto. Había pensado en dedicarme a otra cosa. Pero después surgieron otros trabajos y me quedé. Y me parece que en ese momento, mi forma de descargar tensiones frente a la angustia era con la comida: o me restringía o comía de más.

—¿Fue bulímica o anoréxica?
—No, nunca me internaron. Estuve muy delgada, y se notaba en la tele. El primer año de “Jugate…” estaba muy flaca y, al otro año, estaba pasada para el otro lado. Comía muy poco y hacía muchísimos ejercicios. Tenía una distorsión de la imagen importantísima porque me seguía viendo mal. Siempre me encontraba algo que no me gustaba: que tenía un rollo acá o que lo tenía allá. No me daba cuenta cómo estaba realmente, lo que de verdad era. Después, cuando fui un poco más grande, empecé a hacer terapia y a entender muchas cosas: por qué manifestaba la angustia o las cosas que no podía decir por el lado de la comida. Tenía una discusión con alguien y no podía decirle lo que quería o empezaba a sentir culpa y, de repente, me encontraba comiendo. Comía chocolates por bronca y después no tenía forma de frenar. Empezaba comiendo tres, cuatro, cinco. Y cuando me quería acordar, ya era tarde. Pero a partir del momento en que me encontré con Darío, empecé a sentirme contenida en lo afectivo. Era algo que yo necesitaba.

—¿Sus padres no la contenían?
—Sí, pero hay un punto en que empezás a necesitar otras cosas. Sentía que ellos no me entendían. Quizá por eso no podíamos llegar a ese encuentro de contención y de afecto. Porque ellos se desesperaban porque comiera cuando no lo hacía o que dejara de comer, cuando comía en exceso. No podíamos encontrarnos. Pero cuado, de repente, ves que hay alguien que no te conoce te mira con ojos enamorados y vos sos un barril sin fondo, decís: ¿Pero cómo le puedo gustar así a este pibe? ¿Qué es lo que ve en mí? ¿Por qué me quiere? Me costó muchísimo al principio estar con Darío. Sentía que me iba a dejar. Pero no sólo por el cuerpo. El me conoció en la peor época, y yo sentía que se iba a aburrir de mí. No pasaba por lo estético, el síntoma estaba en otro lado.

—¿El amor de Darío la curó?
—Me fue equilibrando. Quise estar bien por mí y por él. Empecé a cuidarme y a entrenar sanamente, porque hasta entonces lo venía haciendo sola.

—¿Qué le devolvió Darío?
—Me ayudó a ser auténtica, a ser yo misma. Para algunos era “la hija de”, para otros era “la hermana de”. Para otros, “la Gorda”. Entonces, de repente, encontrar a alguien que te ve tal como sos, con el que te podés mostrar auténtica, fue increíble. Para mí fue lindo que alguien me diga te quiero o te amo sin esperar nada a cambio. Eso es todo.

—¿Lo hablaba con él?
—La historia con Darío fue larga porque ya lo conocía, y al cabo de tres años nos pusimos de novios. Al principio estaba como encerrada en mí misma y no quería saber nada con nadie. Sólo iba a trabajar. Estaba haciendo “Chiquititas” y como que no quería engancharme con nadie, él me llamaba por teléfono. A veces lo atendía y le mentía al decirle que me estaban llamando para comer, no le daba bola. Ese año no lo vi. Pero volví a verlo en una fiesta de Telefé y ese encuentro fue importante. Nos besamos y nos pusimos de novios. Ese mismo día lloré y le dije que se iba a cansar de mí, que seguro que me tenía idealizada y que cuando se diera cuenta cómo era realmente, me iba a dejar. Le dije que no era la chica maravilla de la tele, la hija de dos personalidades. Y él me contestaba: ‘Yo estoy enamorado de vos’. Ya entonces, en ese momento, él supo que había encontrado a la mujer con la que se casaría.

—¿Y usted no pensaba que ese chico que era un técnico de exteriores del canal, sólo quería seducir a “la hija de Yankelevich”?
—No, ni a palos. Y el día que lo besé, supe que me casaría con él. Pensá que nos pusimos de novios el 16 de julio del ’95 y, a fines de agosto, un día lo llamé. Estaba en la sala de maquillajes y le dije: “Da’, ¿qué tenés que hacer el 27 de noviembre del año que viene?”. Me dijo que nada. Y yo le pedí que agendara nuestro casamiento. Al mes y medio de estar de novios, pedimos fecha para casarnos. Había estado haciendo numerología y sabía que nos convenía esa fecha.

—¿Y hoy siente que es su príncipe azul?
—Somos muy compañeros y tenemos un sentido del humor muy nuestro. Nos divertimos, nos reímos. Lloramos de la risa. Y, además, nos extrañamos mucho cuando no estamos juntos. Nos gusta estar juntos y con los chicos. Pero siempre tenemos un tiempo para nosotros. No creo que nos pase eso de volvernos a encontrar cuando los chicos sean grandes para decirnos: ‘¿Qué nos pasó? ¿Dónde estuvimos todos estos años? No nos va a pasar porque estamos muy pendientes el uno del otro. A mi marido lo amo profundamente. Y cada día que pasa lo conozco más y lo amo mucho más.

Gentileza de Revista Caras.


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ULTIMA ENTREVISTA A ROMINA YAN

ROMINA YAN FAMOSOS

RESULTADO DE LA AUTOPSIA DE ROMINA YAN



El cuerpo de Romina Yan fue trasladado desde el Hospital Central de San Isidro hacia la morgue de San Fernando, donde los médicos especialistas le realizaron la autopsia correspondiente a lo largo de una hora y media.

A pedido de los familiares, los resultados de la misma no se difundieron y aún se desconoce la verdadera causa que le provocó la muerte a la joven actriz de 36 años.
Pero, según informó C5N, la actriz no murió de forma violenta ya que no se encontraron traumas ni lesiones. Su familia decidió que no haya velatorio, sino que en el cementerio Memorial de la localidad de Del Viso se haga una ceremonia íntima previo a su entierro..

Al parecer, Romina sufrió un parocardiorespiratorio del que no pudo recuperarse, luego de que los médicos intentaran reanimarla en el lapso de cincuenta minutos.

El martes a la mañana Romina estuvo en el gimnasio y por la tarde en un centro de estética, lugar donde se descompuso.

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Fuente: Diarioshow.

ROMINA YAN EN JUGATE CONMIGO VIDEO



ROMINA YAN CASAMIENTO VIDEO



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CRIS MORENA NO ESCRIBIRÁ MÁS

La productora de espectáculos y madre de Romina Yan, fallecida ayer martes a causa de un paro cardiorespiratorio, le manifestó al conductor Oscar González Oro que no volverá a escribir nunca más.

El “Negro” es amigo personal de la familia Yankelevich y asistió ayer al hospital donde la actriz fue trasladada sin vida luego de sufrir la descompensación en plena calle, en Martínez.

Al respecto, el presentador del programa “El oro y el roro” que se emite por Radio 10 contó que lo que vivió ayer nunca más quería volverlo a vivir por las escenas dramáticas que tuvo que ver.

“Entré al lugar donde estaba Cris y ahí vi el dolor. Vi la más trágica figura del dolor en la cara de Cris”, relató Gonzalez Oro quien, por pedido expreso de la productora, empezó el programa cantando.


Fuente: Show de la noticia.

ANITA TOMASELLI

"Yo te aseguro que no te vas a arrepentir, ella es talentosísima." Esa es la frase con la que Anita Tomaselli -jefa de prensa de Cris Morena y de Gustavo Yankelevich, pero amiga íntima de esa familia- intentó convencer a este cronista para que vaya a ver una de las primeras versiones teatrales de Chiquititas . Y cuando hablaba de talento se refería a Romina Yan, a quien conoció de nena y quien, por ese entonces, pujaba por un bajo perfil, a pesar de ser hija de dos pesos pesados.

Cualquier escepticismo se esfumaba al verla sobre el megaescenario del Gran Rex, ocupada en su espectáculo, en su rol, desde lo meramente artístico y sin soberbia, generosa hasta con el último bailarín. La estrella era el show, el título, había que hacer brillar esa marca y allí es donde ella imponía su profesionalismo. Sobre el escenario uno la descubría con gracia natural, pero con un talento logrado a fuerza de preparación. Estaba claro, Romina tenía ganado su lugar. Aunque hubiera contado con la ventaja de que sus padres fueran productores y aunque los libros de Chiquititas pudieran exasperar. Muchas temporadas, giras y un código que había adquirido a través de la gimnasia de las funciones. El de la comedia musical. Pero no lo hacía "de taquito". Romina ponía el foco en la interpretación y en un encanto natural que poseía con los chicos. Era un hada que los envolvía para hacerlos jugar con la fantasía a través del lenguaje musical.

DARIO GIORDANO Y ROMINA YAN



DARIO GIORDANO, ESPOSO-PAREJA-MARIDO DE ROMINA YAN:

ENTREVISTA A ROMINA YAN Y MARIDO:
Fuente: Revista Caras - Edición 1369 - 01/04/2008

'Voy a celebrar mis 10 años de matrimonio con una ceremonia'
El amor cambió su vida

Mirada a la distancia parece esas personas que lo tienen todo. Una familia que pudo ofrecerle lo que ella necesitaba, unos padres —Gustavo Yankelevich y Cris Morena— que le facilitaron el desarrollo de su carrera como actriz -por ser productores televisivos-, un casamiento digno de una princesa que se prolongó en un matrimonio estable, tres hijos tan sanos y lindos que parecen salidos de una postal. Sin embargo, vista de cerca, Romina Yan (33) se asemeja mucho a una mujer de carne y hueso con todo lo que eso supone. Una mujer que, puesta a relatar su historia, abandona el relato lineal para desnudar las contradicciones, los miedos, la sensación de soledad y las zonas oscuras que conoció, y que la llevaron a tocar fondo y a manifestar sus angustias en trastornos alimentarios, antes que el amor de su vida, Darío Giordano (33), llegara para rescatarla y abrirle las puertas de una nueva existencia. “El es quien, en medio del momento más confuso de mi vida, me ayudó a que me encontrara conmigo misma y me enseñó a valorarme”, dice la protagonista de “Bella & Bestia”.

Hoy, Romina Yan ve con más claridad el camino que desea transitar. Y, aunque disfruta el éxito del ciclo que protagoniza con Damián de Santo, piensa la manera en que le gustaría dejar su profesión para darle a su vida un rumbo definitivamente a su medida.

—¿De verdad quiere dejar su carrera?
—Bueno, un poco esa es la idea. No sé si me gustaría dejarla del todo, pero quisiera tener una actividad paralela en la que me sienta cómoda. Y, si el día de mañana rindiera, podría dejar la actuación. Siempre fantaseo con dejar el tema de la televisión.

—¿Por qué?
—Disfruto muchísimo de mi laburo, me encanta actuar. Pero alrededor de la actuación hay todo un entorno que no me agrada tanto. Y, sobre todo, cuando tenés tres hijos y una familia como la mía, a veces se hace demasiado... (piensa). No sé si fastidioso es la palabra, pero este trabajo demanda mucho tiempo, implica demasiada exposición. Y llega un momento en que el equilibrio se empieza a perder por más que una lo busque. Y te empezás a angustiar, porque no rendís lo suficiente en tu trabajo o porque estás ausente de tu casa las horas que deberías estar. Por eso, prefiero evitar la exposición y trato de no ir ni siquiera a los estrenos, porque realmente la paso mal. No sé cómo evitar las cámaras y me da como una fobia. Prefiero mantener un perfil bajo, preservar a mi familia. Pensá que soy hija de padres conocidos así que viví mucho las persecuciones, los fotógrafos parados en la puerta de casa, todo eso.

—¿Lo sufrió?
—Sí, mucho. Cuando era chica me hacían sufrir las cosas que me decían mis compañeros del colegio, las burlas por lo que hacía mi mamá en la tele. Por eso trato de preservar a mis hijos. Tanto, que pienso que no me molestaría dejar todo. A diferencia de lo que les pasa a otros actores, no siento que necesite actuar para vivir. Esto de la tele me da un poco de vértigo.

—¿Para poder manejar todo lo que no le gusta de su papel de actriz es que siempre trabaja en programas producidos por sus padres? ¿Busca protección?
—No, al contrario. Ellos me dicen que tengo que hacer más notas, salir, hacer prensa. Trabajo con ellos porque me siento cómoda, me siento contenida, y muy cuidada.

—¿Pero eso no le genera inseguridad? ¿No le gustaría probarse en otros ámbitos?
—Es que no pasa por mí. Ocurre que no me han llamado de otros lados, y no me explico por qué. Ahora, me convocaron para hacer una película que no tiene nada que ver con mis viejos, y la hice.

—¿Por qué cree que no tiene demasiadas propuestas?
—Lo que pasa es que no siempre llegan en el momento adecuado. Por ejemplo, tuve muchas propuestas justo cuando quería tener otro bebé. Y las rechacé. Mi representante me quería matar, pero yo soy así. Soy muy metódica, insoportablemente estructurada. En algunas cosas me parezco a Bella, mi personaje de “B&B”. Siempre le digo a mi marido que a mí me cansa el agotamiento mental. Siempre estoy en mil cosas a la vez. En el laburo estoy pensando en los chicos que están saliendo del colegio y si me dejarán un mensaje diciendo que llegaron bien, para que me quede tranquila. Pienso en lo que comieron en el comedor para decidir qué tienen que comer en casa ese día. Entonces, llamo para pedir que les preparen lo que quiero que coman. O sea que voy pensado todo el tiempo. Y cuando llego a casa, la cabeza me explota. Además, no me gusta perder el tiempo. Entonces, si tengo un hueco libre no puedo tirarme a descansar. Necesito ocuparlo. Si planifico descansar, está buenísimo, de lo contrario tengo que hacer algo. Cuando tengo un bache en las grabaciones, hago las compras y las envío a casa. Si tengo otro bache, voy y me depilo. Soy muy organizada. Planifico todo y si me cambiás algo, me matás. Si pienso que voy a aprovechar un bache en las grabaciones para hacer un llamado al médico y no se da cuando yo lo esperaba me pongo de mal humor. Soy terriblemente obsesiva, y eso para algunas cosas me sirve y para otras me vuelve loca. Lo sufro cada vez que las cosas no se dan como yo quiero. En ese sentido, me gustaría ser un poco más como Damián, que vive la vida venga como venga, siempre relajado. Lo admiro por eso.

—Asegura que en algunas cosas se parece a su personaje. Como ella ¿podría enamorarse de un hombre como el que interpreta De Santo? ¿Su marido se le parece?
—No mucho. Pero tiene algo de Damián: con las cosas de la casa es un desbole. Me dice que le va a comprar la comida al perro y cuando llego a la noche, me entero de que se olvidó y que dejó al perro todo el día sin comer. Pero también, si tiene que tomar un antibiótico lo llamo para recordárselo.

—¿Y a él le gusta que usted sea así?
—Claro, son nuestros códigos. A veces le digo que no puede ser que lo tenga que llamar para hacerle recordar cosas, pero lo sigo haciendo. Es mi forma de cuidarlo, que sienta que lo amo.

—Su marido, además, es el padre de sus tres hijos. ¿Recuerda sus sensaciones como hija? ¿Cómo fue para usted ser hija de padres cuyos nombres eran tan significativos en el mundo del espectáculo?
—No tuve otros, así que no puedo decirte si tener padres como los que tengo es mejor que tener padres anónimos. Para mí ellos son simplemente mis padres, y punto. Lo que sí puedo decirte es que de chica sufrí el tema de la exposición pública a causa de ellos. Yo tendría 7 u 8 años cuando mamá hacía “Mesa de noticias”. La gente por la calle la reconocía y, cuando estaba conmigo, le pedían autógrafos. Entonces, yo me quedaba a un costadito mirando esa escena desde afuera, porque era demasiado fuerte para mí. Después, ya te dije, estaban las burlas y todas las cosas que me decían.

—Esa imagen de mujer siempre joven, atractiva, ¿no generó en usted un sentimiento de rivalidad?
—No. Es más, cuando era chica me encantaba estar con ella y que me viniera a buscar al colegio.

—¿Que la fuera a buscar bien vestida, arreglada, producida como una mujer de la televisión?
—En realidad, ella siempre tuvo un estilo muy particular. No cambió mucho con el tiempo: tiene su pelo largo, su forma de vestirse. Nunca me puse a pensar cómo quería que se vistiese para irme a buscar al colegio. Simplemente estaba contenta. Nosotras siempre fuimos muy diferentes, y eso es lo bueno. Nos parecemos en lo organizadas, en la dificultad que tenemos para delegar. Pero ella es más extravertida. Siempre me gustó estar con ella. De hecho los sábados mi papá llevaba a mi hermano a jugar al rugby y nosotras salíamos. Ese era nuestro día. Mirábamos vidrieras, íbamos a caminar. Lo único que no me gustaba cuando tenía 10 o 12 años era que me dijeran: ‘¿Ella es tu hermana?’. O le decían a ella “tu hermanita”, refiriéndose a mí. Pero la verdad, no tuve grandes conflictos con ese asunto. Ella estuvo muy pendiente de mí en la adolescencia. Estaba cuando iba a bailar y no sabía qué ponerme y me veía fea, típico de adolescente. Entonces, ahí estaba ella para armarme un conjunto que me dejara contenta. Reconozco que en la adolescencia una busca diferenciarse de los padres. De hecho, ella siempre fue rubia y yo morocha; ella siempre tuvo el pelo largo y yo después de hacer “Jugate conmigo” me corté el pelo carré, bien cortito. Creo que siempre lo hice en forma inconsciente hasta que empecé terapia. Me di cuenta de que buscaba diferenciarme, buscaba mi identidad. Si el tema me hubiera molestado tanto no hubiese podido trabajar con ella.

—¿Y qué es lo que hoy valora de sus padres y trata de trasmitirle a sus hijos?
—De mis viejos valoro muchas cosas. De todo, hay algo que siempre comentamos con mi hermano y que me encantaría poder hacer con mis hijos: no sé qué habrán hecho ellos para que ambos salgamos tan sanos. Ni mi hermano ni yo fumamos, no tomamos drogas ni nada de eso. Y con mi marido creo que vamos a poder hacer lo mismo con nuestros hijos, porque pensamos que lo más importante es el amor que les podamos brindar, el amor que ellos ven en su hogar. Y la verdad es que con Darío estamos todo el tiempo abrazados, de la mano, besándonos, diciéndonos 'Te amo'. Y creo que eso es muy importante para que ellos vivan en un ambiente cálido y de contención.

—Pero sus padres también se separaron.
—Mis viejos se separaron de grandes, yo tenía casi 20 años. Pero ellos, a pesar de haberse separado, mantienen una excelente relación. Nosotros somos muy unidos los cuatro, más allá de que cada uno esté en sus cosas. Somos un bloque muy unido. Si mi mamá necesitara algo, mi papá sería el primero en correr. Y a la inversa. De hecho, ellos se lo dicen todo el tiempo. Y eso, te relaja. Siempre nos inculcaron que teníamos que estar juntos, ayudándonos todo el tiempo. Y eso mismo trato de trasmitirles a mis hijos.

—Y en este jugo de diferencias y similitudes con sus padres, ¿no tiene miedo de separarse, como ellos?
—Cuando me casé con Darío lo hice con la convicción de que iba a ser para toda la vida. No sé qué es lo que va a pasar pero, hoy por hoy, para mí esta relación es para toda la vida. Hoy sigo sintiendo lo mismo, y cada vez estoy más enamorada de él. Sería una tonta si asegurara que me voy a morir al lado de mi marido. Pero eso es lo que deseo. Igual sé que hay muchas cosas que pueden pasar y derribar el amor. Cuando miro hacia atrás y veo que pasaron diez años, me sorprendo. Es increíble: el año que viene voy a cumplir diez años y la sigo pasando rebién con Darío. Me divierto mucho.

—¿Piensan celebrar los diez años de matrimonio?
—Tengo ganas. El día que me casé, le dije a mi marido que cuando cumpliéramos diez años lo celebraríamos con una fiesta en la que pudiéramos reconfirmar nuestro amor. Me gustaría invitar a la mayor cantidad de gente que estuvo el día en nuestro casamiento. Además, ahora estarían nuestros hijos. Me gustaría que ellos vivieran lo que fue para nosotros casarnos en su momento. No te digo que pienso hacer un altar, pero me gustaría hacer algo donde pudiera hablarle a él y él a mí, y ver qué nos pasó durante estos años. Y que la gente que estuvo con nosotros también participe.

—El festejo de los diez años, entre otras cosas, la encontrarán más grande, más “vieja”. ¿Le preocupa?
—No tengo problemas con la edad, con las arrugas. Sí me gusta verme bien, verme en la tele y agradarme. Para eso entreno tres veces por semana en un gimnasio, y una vez por semana me hago tratamientos estéticos.

—Pero no siempre tuvo esa relación con su imagen. ¿Fue muy exigente en su adolescencia?
—Creo que tuvo que ver con una etapa de mi vida. Así como te decía que soy muy sana, pienso que por algún lado el ser humano tiene que descargar ciertas cosas que le ocurren, la angustia frente a situaciones que no puede manejar. Quizá mi adolescencia fue un momento complicado: buscaba mi identidad, mi lugar en el mundo, no tenía muy claro lo que quería hacer. Pensá que había entrado a trabajar a “Jugate…”, porque quería estar con mi mamá.

—¿Fue por eso?
—Sí, fue por eso. Quería estar con ella. Aparte, me encantaba bailar, claro. La verdad es que no era mi intención seguir con esto. Había pensado en dedicarme a otra cosa. Pero después surgieron otros trabajos y me quedé. Y me parece que en ese momento, mi forma de descargar tensiones frente a la angustia era con la comida: o me restringía o comía de más.

—¿Fue bulímica o anoréxica?
—No, nunca me internaron. Estuve muy delgada, y se notaba en la tele. El primer año de “Jugate…” estaba muy flaca y, al otro año, estaba pasada para el otro lado. Comía muy poco y hacía muchísimos ejercicios. Tenía una distorsión de la imagen importantísima porque me seguía viendo mal. Siempre me encontraba algo que no me gustaba: que tenía un rollo acá o que lo tenía allá. No me daba cuenta cómo estaba realmente, lo que de verdad era. Después, cuando fui un poco más grande, empecé a hacer terapia y a entender muchas cosas: por qué manifestaba la angustia o las cosas que no podía decir por el lado de la comida. Tenía una discusión con alguien y no podía decirle lo que quería o empezaba a sentir culpa y, de repente, me encontraba comiendo. Comía chocolates por bronca y después no tenía forma de frenar. Empezaba comiendo tres, cuatro, cinco. Y cuando me quería acordar, ya era tarde. Pero a partir del momento en que me encontré con Darío, empecé a sentirme contenida en lo afectivo. Era algo que yo necesitaba.

—¿Sus padres no la contenían?
—Sí, pero hay un punto en que empezás a necesitar otras cosas. Sentía que ellos no me entendían. Quizá por eso no podíamos llegar a ese encuentro de contención y de afecto. Porque ellos se desesperaban porque comiera cuando no lo hacía o que dejara de comer, cuando comía en exceso. No podíamos encontrarnos. Pero cuado, de repente, ves que hay alguien que no te conoce te mira con ojos enamorados y vos sos un barril sin fondo, decís: ¿Pero cómo le puedo gustar así a este pibe? ¿Qué es lo que ve en mí? ¿Por qué me quiere? Me costó muchísimo al principio estar con Darío. Sentía que me iba a dejar. Pero no sólo por el cuerpo. El me conoció en la peor época, y yo sentía que se iba a aburrir de mí. No pasaba por lo estético, el síntoma estaba en otro lado.

—¿El amor de Darío la curó?
—Me fue equilibrando. Quise estar bien por mí y por él. Empecé a cuidarme y a entrenar sanamente, porque hasta entonces lo venía haciendo sola.

—¿Qué le devolvió Darío?
—Me ayudó a ser auténtica, a ser yo misma. Para algunos era “la hija de”, para otros era “la hermana de”. Para otros, “la Gorda”. Entonces, de repente, encontrar a alguien que te ve tal como sos, con el que te podés mostrar auténtica, fue increíble. Para mí fue lindo que alguien me diga te quiero o te amo sin esperar nada a cambio. Eso es todo.

—¿Lo hablaba con él?
—La historia con Darío fue larga porque ya lo conocía, y al cabo de tres años nos pusimos de novios. Al principio estaba como encerrada en mí misma y no quería saber nada con nadie. Sólo iba a trabajar. Estaba haciendo “Chiquititas” y como que no quería engancharme con nadie, él me llamaba por teléfono. A veces lo atendía y le mentía al decirle que me estaban llamando para comer, no le daba bola. Ese año no lo vi. Pero volví a verlo en una fiesta de Telefé y ese encuentro fue importante. Nos besamos y nos pusimos de novios. Ese mismo día lloré y le dije que se iba a cansar de mí, que seguro que me tenía idealizada y que cuando se diera cuenta cómo era realmente, me iba a dejar. Le dije que no era la chica maravilla de la tele, la hija de dos personalidades. Y él me contestaba: ‘Yo estoy enamorado de vos’. Ya entonces, en ese momento, él supo que había encontrado a la mujer con la que se casaría.

—¿Y usted no pensaba que ese chico que era un técnico de exteriores del canal, sólo quería seducir a “la hija de Yankelevich”?
—No, ni a palos. Y el día que lo besé, supe que me casaría con él. Pensá que nos pusimos de novios el 16 de julio del ’95 y, a fines de agosto, un día lo llamé. Estaba en la sala de maquillajes y le dije: “Da’, ¿qué tenés que hacer el 27 de noviembre del año que viene?”. Me dijo que nada. Y yo le pedí que agendara nuestro casamiento. Al mes y medio de estar de novios, pedimos fecha para casarnos. Había estado haciendo numerología y sabía que nos convenía esa fecha.

—¿Y hoy siente que es su príncipe azul?
—Somos muy compañeros y tenemos un sentido del humor muy nuestro. Nos divertimos, nos reímos. Lloramos de la risa. Y, además, nos extrañamos mucho cuando no estamos juntos. Nos gusta estar juntos y con los chicos. Pero siempre tenemos un tiempo para nosotros. No creo que nos pase eso de volvernos a encontrar cuando los chicos sean grandes para decirnos: ‘¿Qué nos pasó? ¿Dónde estuvimos todos estos años? No nos va a pasar porque estamos muy pendientes el uno del otro. A mi marido lo amo profundamente. Y cada día que pasa lo conozco más y lo amo mucho más.

Gentileza de Revista Caras.


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FOTOS DEL MARIDO DE ROMINA YAN



DARIO GIORDANO, ESPOSO-PAREJA-MARIDO DE ROMINA YAN:

ENTREVISTA A ROMINA YAN Y MARIDO:
Fuente: Revista Caras - Edición 1369 - 01/04/2008

'Voy a celebrar mis 10 años de matrimonio con una ceremonia'
El amor cambió su vida

Mirada a la distancia parece esas personas que lo tienen todo. Una familia que pudo ofrecerle lo que ella necesitaba, unos padres —Gustavo Yankelevich y Cris Morena— que le facilitaron el desarrollo de su carrera como actriz -por ser productores televisivos-, un casamiento digno de una princesa que se prolongó en un matrimonio estable, tres hijos tan sanos y lindos que parecen salidos de una postal. Sin embargo, vista de cerca, Romina Yan (33) se asemeja mucho a una mujer de carne y hueso con todo lo que eso supone. Una mujer que, puesta a relatar su historia, abandona el relato lineal para desnudar las contradicciones, los miedos, la sensación de soledad y las zonas oscuras que conoció, y que la llevaron a tocar fondo y a manifestar sus angustias en trastornos alimentarios, antes que el amor de su vida, Darío Giordano (33), llegara para rescatarla y abrirle las puertas de una nueva existencia. “El es quien, en medio del momento más confuso de mi vida, me ayudó a que me encontrara conmigo misma y me enseñó a valorarme”, dice la protagonista de “Bella & Bestia”.

Hoy, Romina Yan ve con más claridad el camino que desea transitar. Y, aunque disfruta el éxito del ciclo que protagoniza con Damián de Santo, piensa la manera en que le gustaría dejar su profesión para darle a su vida un rumbo definitivamente a su medida.

—¿De verdad quiere dejar su carrera?
—Bueno, un poco esa es la idea. No sé si me gustaría dejarla del todo, pero quisiera tener una actividad paralela en la que me sienta cómoda. Y, si el día de mañana rindiera, podría dejar la actuación. Siempre fantaseo con dejar el tema de la televisión.

—¿Por qué?
—Disfruto muchísimo de mi laburo, me encanta actuar. Pero alrededor de la actuación hay todo un entorno que no me agrada tanto. Y, sobre todo, cuando tenés tres hijos y una familia como la mía, a veces se hace demasiado... (piensa). No sé si fastidioso es la palabra, pero este trabajo demanda mucho tiempo, implica demasiada exposición. Y llega un momento en que el equilibrio se empieza a perder por más que una lo busque. Y te empezás a angustiar, porque no rendís lo suficiente en tu trabajo o porque estás ausente de tu casa las horas que deberías estar. Por eso, prefiero evitar la exposición y trato de no ir ni siquiera a los estrenos, porque realmente la paso mal. No sé cómo evitar las cámaras y me da como una fobia. Prefiero mantener un perfil bajo, preservar a mi familia. Pensá que soy hija de padres conocidos así que viví mucho las persecuciones, los fotógrafos parados en la puerta de casa, todo eso.

—¿Lo sufrió?
—Sí, mucho. Cuando era chica me hacían sufrir las cosas que me decían mis compañeros del colegio, las burlas por lo que hacía mi mamá en la tele. Por eso trato de preservar a mis hijos. Tanto, que pienso que no me molestaría dejar todo. A diferencia de lo que les pasa a otros actores, no siento que necesite actuar para vivir. Esto de la tele me da un poco de vértigo.

—¿Para poder manejar todo lo que no le gusta de su papel de actriz es que siempre trabaja en programas producidos por sus padres? ¿Busca protección?
—No, al contrario. Ellos me dicen que tengo que hacer más notas, salir, hacer prensa. Trabajo con ellos porque me siento cómoda, me siento contenida, y muy cuidada.

—¿Pero eso no le genera inseguridad? ¿No le gustaría probarse en otros ámbitos?
—Es que no pasa por mí. Ocurre que no me han llamado de otros lados, y no me explico por qué. Ahora, me convocaron para hacer una película que no tiene nada que ver con mis viejos, y la hice.

—¿Por qué cree que no tiene demasiadas propuestas?
—Lo que pasa es que no siempre llegan en el momento adecuado. Por ejemplo, tuve muchas propuestas justo cuando quería tener otro bebé. Y las rechacé. Mi representante me quería matar, pero yo soy así. Soy muy metódica, insoportablemente estructurada. En algunas cosas me parezco a Bella, mi personaje de “B&B”. Siempre le digo a mi marido que a mí me cansa el agotamiento mental. Siempre estoy en mil cosas a la vez. En el laburo estoy pensando en los chicos que están saliendo del colegio y si me dejarán un mensaje diciendo que llegaron bien, para que me quede tranquila. Pienso en lo que comieron en el comedor para decidir qué tienen que comer en casa ese día. Entonces, llamo para pedir que les preparen lo que quiero que coman. O sea que voy pensado todo el tiempo. Y cuando llego a casa, la cabeza me explota. Además, no me gusta perder el tiempo. Entonces, si tengo un hueco libre no puedo tirarme a descansar. Necesito ocuparlo. Si planifico descansar, está buenísimo, de lo contrario tengo que hacer algo. Cuando tengo un bache en las grabaciones, hago las compras y las envío a casa. Si tengo otro bache, voy y me depilo. Soy muy organizada. Planifico todo y si me cambiás algo, me matás. Si pienso que voy a aprovechar un bache en las grabaciones para hacer un llamado al médico y no se da cuando yo lo esperaba me pongo de mal humor. Soy terriblemente obsesiva, y eso para algunas cosas me sirve y para otras me vuelve loca. Lo sufro cada vez que las cosas no se dan como yo quiero. En ese sentido, me gustaría ser un poco más como Damián, que vive la vida venga como venga, siempre relajado. Lo admiro por eso.

—Asegura que en algunas cosas se parece a su personaje. Como ella ¿podría enamorarse de un hombre como el que interpreta De Santo? ¿Su marido se le parece?
—No mucho. Pero tiene algo de Damián: con las cosas de la casa es un desbole. Me dice que le va a comprar la comida al perro y cuando llego a la noche, me entero de que se olvidó y que dejó al perro todo el día sin comer. Pero también, si tiene que tomar un antibiótico lo llamo para recordárselo.

—¿Y a él le gusta que usted sea así?
—Claro, son nuestros códigos. A veces le digo que no puede ser que lo tenga que llamar para hacerle recordar cosas, pero lo sigo haciendo. Es mi forma de cuidarlo, que sienta que lo amo.

—Su marido, además, es el padre de sus tres hijos. ¿Recuerda sus sensaciones como hija? ¿Cómo fue para usted ser hija de padres cuyos nombres eran tan significativos en el mundo del espectáculo?
—No tuve otros, así que no puedo decirte si tener padres como los que tengo es mejor que tener padres anónimos. Para mí ellos son simplemente mis padres, y punto. Lo que sí puedo decirte es que de chica sufrí el tema de la exposición pública a causa de ellos. Yo tendría 7 u 8 años cuando mamá hacía “Mesa de noticias”. La gente por la calle la reconocía y, cuando estaba conmigo, le pedían autógrafos. Entonces, yo me quedaba a un costadito mirando esa escena desde afuera, porque era demasiado fuerte para mí. Después, ya te dije, estaban las burlas y todas las cosas que me decían.

—Esa imagen de mujer siempre joven, atractiva, ¿no generó en usted un sentimiento de rivalidad?
—No. Es más, cuando era chica me encantaba estar con ella y que me viniera a buscar al colegio.

—¿Que la fuera a buscar bien vestida, arreglada, producida como una mujer de la televisión?
—En realidad, ella siempre tuvo un estilo muy particular. No cambió mucho con el tiempo: tiene su pelo largo, su forma de vestirse. Nunca me puse a pensar cómo quería que se vistiese para irme a buscar al colegio. Simplemente estaba contenta. Nosotras siempre fuimos muy diferentes, y eso es lo bueno. Nos parecemos en lo organizadas, en la dificultad que tenemos para delegar. Pero ella es más extravertida. Siempre me gustó estar con ella. De hecho los sábados mi papá llevaba a mi hermano a jugar al rugby y nosotras salíamos. Ese era nuestro día. Mirábamos vidrieras, íbamos a caminar. Lo único que no me gustaba cuando tenía 10 o 12 años era que me dijeran: ‘¿Ella es tu hermana?’. O le decían a ella “tu hermanita”, refiriéndose a mí. Pero la verdad, no tuve grandes conflictos con ese asunto. Ella estuvo muy pendiente de mí en la adolescencia. Estaba cuando iba a bailar y no sabía qué ponerme y me veía fea, típico de adolescente. Entonces, ahí estaba ella para armarme un conjunto que me dejara contenta. Reconozco que en la adolescencia una busca diferenciarse de los padres. De hecho, ella siempre fue rubia y yo morocha; ella siempre tuvo el pelo largo y yo después de hacer “Jugate conmigo” me corté el pelo carré, bien cortito. Creo que siempre lo hice en forma inconsciente hasta que empecé terapia. Me di cuenta de que buscaba diferenciarme, buscaba mi identidad. Si el tema me hubiera molestado tanto no hubiese podido trabajar con ella.

—¿Y qué es lo que hoy valora de sus padres y trata de trasmitirle a sus hijos?
—De mis viejos valoro muchas cosas. De todo, hay algo que siempre comentamos con mi hermano y que me encantaría poder hacer con mis hijos: no sé qué habrán hecho ellos para que ambos salgamos tan sanos. Ni mi hermano ni yo fumamos, no tomamos drogas ni nada de eso. Y con mi marido creo que vamos a poder hacer lo mismo con nuestros hijos, porque pensamos que lo más importante es el amor que les podamos brindar, el amor que ellos ven en su hogar. Y la verdad es que con Darío estamos todo el tiempo abrazados, de la mano, besándonos, diciéndonos 'Te amo'. Y creo que eso es muy importante para que ellos vivan en un ambiente cálido y de contención.

—Pero sus padres también se separaron.
—Mis viejos se separaron de grandes, yo tenía casi 20 años. Pero ellos, a pesar de haberse separado, mantienen una excelente relación. Nosotros somos muy unidos los cuatro, más allá de que cada uno esté en sus cosas. Somos un bloque muy unido. Si mi mamá necesitara algo, mi papá sería el primero en correr. Y a la inversa. De hecho, ellos se lo dicen todo el tiempo. Y eso, te relaja. Siempre nos inculcaron que teníamos que estar juntos, ayudándonos todo el tiempo. Y eso mismo trato de trasmitirles a mis hijos.

—Y en este jugo de diferencias y similitudes con sus padres, ¿no tiene miedo de separarse, como ellos?
—Cuando me casé con Darío lo hice con la convicción de que iba a ser para toda la vida. No sé qué es lo que va a pasar pero, hoy por hoy, para mí esta relación es para toda la vida. Hoy sigo sintiendo lo mismo, y cada vez estoy más enamorada de él. Sería una tonta si asegurara que me voy a morir al lado de mi marido. Pero eso es lo que deseo. Igual sé que hay muchas cosas que pueden pasar y derribar el amor. Cuando miro hacia atrás y veo que pasaron diez años, me sorprendo. Es increíble: el año que viene voy a cumplir diez años y la sigo pasando rebién con Darío. Me divierto mucho.

—¿Piensan celebrar los diez años de matrimonio?
—Tengo ganas. El día que me casé, le dije a mi marido que cuando cumpliéramos diez años lo celebraríamos con una fiesta en la que pudiéramos reconfirmar nuestro amor. Me gustaría invitar a la mayor cantidad de gente que estuvo el día en nuestro casamiento. Además, ahora estarían nuestros hijos. Me gustaría que ellos vivieran lo que fue para nosotros casarnos en su momento. No te digo que pienso hacer un altar, pero me gustaría hacer algo donde pudiera hablarle a él y él a mí, y ver qué nos pasó durante estos años. Y que la gente que estuvo con nosotros también participe.

—El festejo de los diez años, entre otras cosas, la encontrarán más grande, más “vieja”. ¿Le preocupa?
—No tengo problemas con la edad, con las arrugas. Sí me gusta verme bien, verme en la tele y agradarme. Para eso entreno tres veces por semana en un gimnasio, y una vez por semana me hago tratamientos estéticos.

—Pero no siempre tuvo esa relación con su imagen. ¿Fue muy exigente en su adolescencia?
—Creo que tuvo que ver con una etapa de mi vida. Así como te decía que soy muy sana, pienso que por algún lado el ser humano tiene que descargar ciertas cosas que le ocurren, la angustia frente a situaciones que no puede manejar. Quizá mi adolescencia fue un momento complicado: buscaba mi identidad, mi lugar en el mundo, no tenía muy claro lo que quería hacer. Pensá que había entrado a trabajar a “Jugate…”, porque quería estar con mi mamá.

—¿Fue por eso?
—Sí, fue por eso. Quería estar con ella. Aparte, me encantaba bailar, claro. La verdad es que no era mi intención seguir con esto. Había pensado en dedicarme a otra cosa. Pero después surgieron otros trabajos y me quedé. Y me parece que en ese momento, mi forma de descargar tensiones frente a la angustia era con la comida: o me restringía o comía de más.

—¿Fue bulímica o anoréxica?
—No, nunca me internaron. Estuve muy delgada, y se notaba en la tele. El primer año de “Jugate…” estaba muy flaca y, al otro año, estaba pasada para el otro lado. Comía muy poco y hacía muchísimos ejercicios. Tenía una distorsión de la imagen importantísima porque me seguía viendo mal. Siempre me encontraba algo que no me gustaba: que tenía un rollo acá o que lo tenía allá. No me daba cuenta cómo estaba realmente, lo que de verdad era. Después, cuando fui un poco más grande, empecé a hacer terapia y a entender muchas cosas: por qué manifestaba la angustia o las cosas que no podía decir por el lado de la comida. Tenía una discusión con alguien y no podía decirle lo que quería o empezaba a sentir culpa y, de repente, me encontraba comiendo. Comía chocolates por bronca y después no tenía forma de frenar. Empezaba comiendo tres, cuatro, cinco. Y cuando me quería acordar, ya era tarde. Pero a partir del momento en que me encontré con Darío, empecé a sentirme contenida en lo afectivo. Era algo que yo necesitaba.

—¿Sus padres no la contenían?
—Sí, pero hay un punto en que empezás a necesitar otras cosas. Sentía que ellos no me entendían. Quizá por eso no podíamos llegar a ese encuentro de contención y de afecto. Porque ellos se desesperaban porque comiera cuando no lo hacía o que dejara de comer, cuando comía en exceso. No podíamos encontrarnos. Pero cuado, de repente, ves que hay alguien que no te conoce te mira con ojos enamorados y vos sos un barril sin fondo, decís: ¿Pero cómo le puedo gustar así a este pibe? ¿Qué es lo que ve en mí? ¿Por qué me quiere? Me costó muchísimo al principio estar con Darío. Sentía que me iba a dejar. Pero no sólo por el cuerpo. El me conoció en la peor época, y yo sentía que se iba a aburrir de mí. No pasaba por lo estético, el síntoma estaba en otro lado.

—¿El amor de Darío la curó?
—Me fue equilibrando. Quise estar bien por mí y por él. Empecé a cuidarme y a entrenar sanamente, porque hasta entonces lo venía haciendo sola.

—¿Qué le devolvió Darío?
—Me ayudó a ser auténtica, a ser yo misma. Para algunos era “la hija de”, para otros era “la hermana de”. Para otros, “la Gorda”. Entonces, de repente, encontrar a alguien que te ve tal como sos, con el que te podés mostrar auténtica, fue increíble. Para mí fue lindo que alguien me diga te quiero o te amo sin esperar nada a cambio. Eso es todo.

—¿Lo hablaba con él?
—La historia con Darío fue larga porque ya lo conocía, y al cabo de tres años nos pusimos de novios. Al principio estaba como encerrada en mí misma y no quería saber nada con nadie. Sólo iba a trabajar. Estaba haciendo “Chiquititas” y como que no quería engancharme con nadie, él me llamaba por teléfono. A veces lo atendía y le mentía al decirle que me estaban llamando para comer, no le daba bola. Ese año no lo vi. Pero volví a verlo en una fiesta de Telefé y ese encuentro fue importante. Nos besamos y nos pusimos de novios. Ese mismo día lloré y le dije que se iba a cansar de mí, que seguro que me tenía idealizada y que cuando se diera cuenta cómo era realmente, me iba a dejar. Le dije que no era la chica maravilla de la tele, la hija de dos personalidades. Y él me contestaba: ‘Yo estoy enamorado de vos’. Ya entonces, en ese momento, él supo que había encontrado a la mujer con la que se casaría.

—¿Y usted no pensaba que ese chico que era un técnico de exteriores del canal, sólo quería seducir a “la hija de Yankelevich”?
—No, ni a palos. Y el día que lo besé, supe que me casaría con él. Pensá que nos pusimos de novios el 16 de julio del ’95 y, a fines de agosto, un día lo llamé. Estaba en la sala de maquillajes y le dije: “Da’, ¿qué tenés que hacer el 27 de noviembre del año que viene?”. Me dijo que nada. Y yo le pedí que agendara nuestro casamiento. Al mes y medio de estar de novios, pedimos fecha para casarnos. Había estado haciendo numerología y sabía que nos convenía esa fecha.

—¿Y hoy siente que es su príncipe azul?
—Somos muy compañeros y tenemos un sentido del humor muy nuestro. Nos divertimos, nos reímos. Lloramos de la risa. Y, además, nos extrañamos mucho cuando no estamos juntos. Nos gusta estar juntos y con los chicos. Pero siempre tenemos un tiempo para nosotros. No creo que nos pase eso de volvernos a encontrar cuando los chicos sean grandes para decirnos: ‘¿Qué nos pasó? ¿Dónde estuvimos todos estos años? No nos va a pasar porque estamos muy pendientes el uno del otro. A mi marido lo amo profundamente. Y cada día que pasa lo conozco más y lo amo mucho más.

Gentileza de Revista Caras.


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