22 mar 2009

'' HAY FAMOSAS QUE ME DEJARON DE SALUDAR DESDE QUE TRABAJO EN ZAPPING ''


Una de las mujeres más bellas y exitosas de la televisión se confiesa. Afianzada como conductora, dice no perder el sueño por el rating y no esquiva ningún tema: “Hoy en día, a las chicas sólo les importa que se hable de ellas… para bien o para mal”. ¡Durísima!

Con tan sólo mirarla, uno se percata de que se encuentra frente a una modelo: alta, flaca, rubia y con unos ojos celestes que apabullan. Hermosa. En síntesis, una de esas bellezas etéreas, casi inalcanzables, que podemos encontrar en las tapas de las revistas de moda. Sin embargo, hoy en día la palabra mannequin parece quedar corta para referirnos a Julieta Prandi.
Desde esa rubia ignota que estalló un verano vistiendo los recordados hot jeans, pasando por la nena que más ratones despertó en Poné a Francella, hasta su presente como conductora del exitoso Zapping, mucha agua ha corrido bajo el puente. Es más, el público parece identificarla más con su rol actual que con cualquier otro: “Sigo trabajando como modelo, pero siento que la gente me ve más como conductora. Me llaman más para conducir eventos y desfiles que para desfilar. Es que cuando una marca decide hacer un evento, no tiene tal vez muchos dedos de la mano para ocupar con mujeres conductoras en la televisión actual. ¡Somos siempre las mismas! La verdad es que de a poquito fui ganándome mi lugar”.


–¿En la conducción quiénes te gustan?
–Me divierte mucho el programa de Susana Giménez. A veces, también me engancho con los almuerzos de Mirtha Legrand, dependiendo del grupo que arme en la mesa.


–¿Ellas dos son tus modelos a seguir ?
–No sé. Me siento más identificada con Susana, porque es muy espontánea, dice lo que piensa y no filtra. Me gusta porque se divierte con sus errores y yo también sé reírme de mí misma.


El secreto del éxito.
Luego de instalarse con Zapping en la pantalla de Telefe como el programa más visto de los sábados, en 2008, Julieta comienza esta nueva temporada con más confianza. Sin embargo, ella parece no creérsela –¡una rareza!– y en lugar de descansar sobre los laureles, siente que tiene que poner más garra que nunca. “No es solamente llegar a la cima o tener un éxito, sino que hay que mantenerlo. El programa fue creciendo de a poquito y hay que mantener eso a base de mucho esfuerzo y trabajo”.


–¿Cómo vivís la competencia? ¿Estás pendiente del minuto a minuto?
–No estoy pendiente. Uno se pone contento cuando le va bien, eso es innegable, pero la verdad es que nuestra preocupación siempre fue la calidad del ciclo. Además, nos gusta que cuando volvamos al piso, el público no cambie de canal, sino que se quede porque realmente disfruta cómo le contamos las cosas con el Pelado. Podemos tener la base de un guión, pero también hay espontaneidad. Hay personajes que aparecen en los informes, con los que podemos tener más afinidad, y en base a eso también improvisamos.


–¿Tuviste algún inconveniente con algún famoso por los informes que ponen al aire?
–Nunca me dijeron nada, pero vi enojos. Me crucé con modelos y vedettes que salen en el programa permanentemente, y vi las caras de enojo, o directamente dejaron de saludarme. Pero después se les pasa. Alguna deja de saludarme y veinte días después me la vuelvo a cruzar y me saluda. Creo que en un punto piensan: “Me conviene, porque si no me va a terminar matando en Zapping”.


–¿Entendés el enojo de los personajes?
–Lo comprendo, pero tampoco somos de bajar mucha línea ni de matar a nadie. Estamos contando lo que pasa en la tele y lo que cuenta cada personaje con sus errores y aciertos. Algunos se sientan en la tele cuatro horas a contar toda su vida, todos sus pesares y… ¡no sé si es necesario! A veces, pienso: “¿qué necesidad tenía yo de ver esto?”, “¿por qué se pelean por eso, chicas?” y “¡hagan otras cosas de su vida!”. Me imagino un minuto dentro de ellas y me quiero morir. Cada vez hay más horas en pantalla de ese tipo de personajes que cuentan cualquier cosa. Pero bueno… parte de la televisión es eso y entra en el programa.


–¿Cómo tomás cuando se habla de vos en los medios?
–Al principio me afectaba más. Recién empezaba y cuando decían “Julieta Prandi sale con Pirulito” era insoportable. Para mí era una tortura. No era como hoy, que vemos a las chicas que se ponen contentas porque hablan de ellas, ya sea bien o mal. Hoy lo importante parece ser que hablen. No es mi caso, para nada. Prefiero que no hablen. Y cuando lo hacen, si es de mi trabajo presto atención, porque es la única crítica que me interesa. Pero intento resguardar mi vida privada.

–De todas formas la gente quiere saber si estás sola o acompañada…
–Estoy bien y ¡no tengo nada más para contar!


Gentileza Revista Paparazzi

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