8 jul 2009

EL NUEVO CHARLY GARCIA

Después de su estadía curativa en el campo de Palito Ortega, en Luján, el ícono del rock nacional se instaló en un departamento de Palermo, donde inició una vida totalmente despojada de los vicios. Su rutina, sus hábitos, sus placeres, sus ganas, y sí, su vuelta a las canchas.

Desde hace dos meses, la vida de Charly García volvió a dar un nuevo rumbo. El mítico cantante dejó el campo de su amigo Palito Ortega, en Luján, el lugar clave para su mejoría, y hoy vive en un departamento de Palermo, donde sigue una serie de pautas y hábitos novedosos.

Sin dejar de lado su proceso de recuperación, y asistido permanentemente por una enfermera, cumple con una rutina de kinesiología y ejercicios en un gimnasio. Según la revista Gente, además de disfrutar del jacuzzi de su departamento, para relajarse y nutrir su espíritu también hace yoga y meditación.

En su tiempo libre, Charly se dedica a ensayar y preparar temas junto a su banda. La vuelta a los escenarios es el gran motor de su recuperación. Pero no sólo eso, también aporta lo suyo Mercedes Iñigo, a quien conoció como una fan más y hoy es algo más que una buena amiga.

Cada vez mejor, además volvió a disfrutar de esas largas cenas con amigos. Hace algunas noches, luego de ir a ver al teatro Astral El joven Frankenstein, la obra de Guillermo Francella, fue a comer comer con una banda de famosos integrada por el Zorrito Von Quintiero, Héctor Bambino Veira, Nito Artaza, Miguel Angel Cherutti, Diego Korol y Palito Ortega.

"Ahora me siento una verdadera estrella de rock. No me falta nada. Cuando estuve en lo de Palito me sentía como en Disneylandia. Todo era alucinante: la casa, el parque, el estudio de grabación. Por eso, los fines de semana, de vez en cuando, voy a visitarlos. Pero acá también estoy como un rey. Hoy mi vida es meditación, yoga, buenos amigos y mucho rock’n roll", así define García su buena vida.
¡Salud!

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