Marcelo de Bellis habló de todo. Anécdotas increíbles y divertidas, y su locura por el rating. También contó sobre sus comienzos y el distanciamiento con Marcelo Tinelli, hasta que hicieron las pases y volvieron a trabajar juntos. “Le estaré siempre muy agradecido”, dijo sobre él conductor de ShowMatch."Un día fui a un casting para hacer cámaras ocultas en VideoMatch de la mano de Diego Perez. Y si bien al principio no quería saber nada porque quería algo más serio, finalmente me convenció", dijo Marcelo.
El actor se hizo un momento en la nota para hablar de su distanciamiento con Tinelli, con quien ya recompuso la relación: “En algún momento estuvimos distanciados con Marcelo porque yo quería hacer ficción y en su momento mucho no lo entendió, pero que ahora esta todo aclarado y que le estaré siempre muy agradecido”, dijo.
Por eso, el año pasado estuvo en ShowMatch. “Mi ingreso al Bailando se dio por casualidad. Ya me habían llamado para los Bailando y Cantando anteriores y había dicho que no”, pero agregó que “un día me lo encontré a Marcelo por la calle, luego de seis años sin vernos, y me convenció ahí mismo. Pensé que iba a durar una semana y fueron seis meses hermosos”, sintetizó.
De Bellis se saca la careta para hablar y es de los pocos que blanquea que es obsesivo con el rating: “Soy fanático del minuto a minuto”, dijo cuando Tobías Blanco le preguntó sobre su posición con respecto al tema.
“El minuto a minuto es una enfermedad”, dijo y reconoció que conoce “casos de actores que se han tomado ascensores de vidrio y veían piso a piso si estaban mirando su programa. Eso es tremendo también”.
El también tuvo lo suyo y no lo esconde. Dijo que cuando hacía Casados con hijos al mismo tiempo trabajaba en teatro en La cena de los tontos (con Adrián Suar y Pablo Codevilla), arriba del escenario estaban con el minuto a minuto, obviamente sin que se entere Guillermo Francella, que dirigía la obra, porque los mataba.
“Uno se tiene que hacer cargo del rating si baja o sube, aunque convendría decir que no por si va mal, pero la verdad que si va mal tenés que hacerte cargo porque estás adelante del programa”, completó sobre el tema.
“A mi no me gusta perder a nada. Cuando juego a la generala con mi hija, le hago una generala y ella me felicita y yo le digo que no está bien…no te podés poner contenta porque papá te hizo generala”, contó, y aclaró que es “competitivo pero no tramposo”.
Para finalizar contó una anécdota de juventud. Dijo que una vez, volviendo con el primo de un boliche, estaban ambos entrados en copas y amanecieron adentro de un cementerio. “Veíamos pasar los cortejos fúnebres, estaba lleno de cruces, ni se cómo terminamos ahí.”
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