30 nov 2009

Martín Bonavetti hace un balance del año 2009 de Canal Siete

¿Cuál es el balance de la gestión 2009 de Canal Siete?
Muy positivo. Ha sido un año muy intenso para nosotros. Creo que el crecimiento lo marcamos no en función de este año, sino en una continuidad de tres años de crecimiento permanente.

¿Cuáles son las asignaturas pendientes?
Yo creo que no nos quedó ninguna asignatura pendiente, sin embargo, la presencia del fútbol nos ha generado un reacomodamiento de ciertas grillas, y eso hace que lleguemos a fin de año con la luz roja para ver cómo lo encaramos el año que viene.

¿Qué beneficios ha traído el fútbol al canal, más allá del rating?
Creo que el beneficio más importante es que el canal está en boca de todos. No hago un análisis del rating porque me parece que depende de otros factores, pero sí creo que el canal ha vuelto a formar parte del hábito de la gente en cuanto al zapping. Y también en cuanto a que se hable de él periodísticamente. El efecto rating hace que el periodismo hable del canal, es una consecuencia.

¿Canal Siete se presentará a la licitación por el fútbol?
Si; como nos hemos presentado, y esto si es orgullo nuestro, a la compra de los derechos del Mundial de Sudáfrica, asumiendo como gestión los riesgos de la clasificación o no clasificación, que no es menor.

¿Qué presupuesto tiene Canal Siete y qué porcentaje cubren con pauta?
Nosotros tenemos un presupuesto asignado por Economía, que hoy es financiamiento de capital, y tenemos otro presupuesto para lo que es sueldo. Aproximadamente tenemos 300 millones de pesos. La pauta es un ingreso adicional, en este momento estamos en un 15 por ciento de ese presupuesto, pero no forma parte del objetivo.

El programa Seis, Siete 8, ha levantado polémica. ¿No resulta contradictorio un programa con una opinión política única bajo el slogan de la televisión pública?
Creo que la televisión pública genera programas y pone en esos programas periodistas de una trayectoria inapelable y productoras también inapelables. ¿Vos crees que yo voy a llamar a Diego Gvirtz, María Julia Oliván y Orlando Barone para decirles que digan lo que yo quiero que digan? estamos, mínimamente, subestimando la trayectoria de las tres personas que te mencioné. Es curioso porque TVR fue un programa contestatario y ahora la productora de Gvirtz se ha transformado en una productora oficialista, parece que el hecho de que esté en Canal Siete implica esto.

Pero el programa lo reconoce abiertamente, cosa que no esta mal...
La libertad de expresión de este canal no tiene que ver con ser oficialista. Podría ser desmerecedor el comentario sí el que te lo dijera no tuviera ningún valor como artista, o sí el canal le diera lugar a personas sin trayectoria que su único mérito sea opinar a favor del gobierno. Pero creo yo que en la medida de que los periodistas que participan de cualquiera de nuestros programas tengan trayectoria, lo que importa no es qué se diga, sino quién lo diga. Creo, desde el lugar de la comunicación, que es importante que haya un programa que pueda revelar manejos editorialistas y esto genera molestia en la corporación periodística.

¿Qué sucede con Capusotto?
Capusotto es un orgullo, es un clásico. Y si bien es una producción independiente, sin querer participar en lo más mínimo del éxito que no me corresponde, creo que un programa es en función de muchos aspectos; no es solamente una cuestión de talento, de producción y de guión, sino también una cuestión de pantalla. Yo creo que es completamente falso aquello que dicen de que sí Capusotto estuviera en otra pantalla le iría mejor. Creo que no sería el mismo programa, que estaría sujeto a otro tipo de presiones, que en esta pantalla no la tienen.

¿Por qué el canal decide apostar más a las co-producciones que a las producciones propias?
Canal Siete, comparándolo con los otros canales, es el canal que más producción propia tiene. En segundo lugar, yo creo que el análisis tiene que ver con algún conflicto que hemos tenido este año, en donde se plantea siempre que Canal Siete está lleno de latas y de co-producciones. Y eso, de alguna forma infiere en el pensamiento con respecto al canal. Me parece que sí uno lo mide con los demás canales de televisión, automáticamente no existe.

¿En qué se han diferenciado de los canales privados durante este año?
Yo creo que nuestra programación, en líneas generales, fue bastante alternativa, generamos productos distintos; los contenidos de nuestra pantalla son contenidos que el mercado no garantiza en otra pantalla, y en otros casos están en nuestra pantalla por una cuestión de que la televisión pública, sí algo tiene que fomentar, es la transmisión de valores para la formación del ciudadano.

¿Cuáles son los objetivos para 2010?
Continuar en la construcción del concepto de la televisión pública, con mucha calidad. No perder la opinión como medio público, porque a los argentinos nos cuesta mucho pensar en un medio público con opinión. Yo creo que tenemos que entender que el Estado está administrado por la mayoría que gobierna, y eso hace al juego democrático.

Fuente: Television.com.ar

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