3 ene 2011

EL GRAN CONFLICTO EN ''GRAN HERMANO 2011''



Jorge Rial anticipó una gala de alta tensión por los hechos “de violencia” protagonizados dentro de la casa de Gran Hermano. “Están tratando de convertirlo en tierra de nadie”, dijo. Pero la fuerte respuesta de los chicos y sus graves acusaciones contra la producción, hicieron que Jorge Rial relativizara sus propias palabras y les bajara la tensión, y que GH pusiera a decisión del público su sanción por los hechos.

La voz amplificada de Gran Hermano dio su comunicado a los participantes y por los episodios de violencia les dio “por perdido el último desafío semanal y les enviará productos por la mitad del presupuesto”. Además, les advirtió que ”cualquier episodio futuro llevará a la expulsión inmediata del o los participantes involucrados”.

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Los chicos reaccionaron de la peor manera ante la decisión, negaron vandalismo y aseguraron que, al contrario de lo dicho por Rial, GH no les hizo ninguna advertencia sobre los daños causados (rotura de micrófonos, cerraduras, etcétera). En ese sentido, hay lecturas diferentes sobre el tema, y Teleshow.com anotició en su momento sobre el preaviso de GH.

Pero a la manera de una endurecida asamblea de trabajadores, el grupo contraatacó con una extensa lista de reclamos, como la falta de atención, médica y psicológica, que les fue prometida.

“Jugar con la comida no me parece muy indicado”, dijo Emiliano. “Pedí un psicólogo porque estoy alterado y no me lo mandaron”, aseguró Cristian U. “Creo que tengo el dedo fracturado y solo me mandaron Ibuprofeno”, se quejó. “Me parece que es jugar con las personas”, acusó Emanuel.

“Matar de hambre no los vamos a matar”, quitó dramatismo Rial. “Lo que no queremos es que se lastimen”, cambió los tantos.

Así fue como al final del programa, y ante “el motín” que según el animador se armó en la casa, Gran Hermano aprovechó la polémica para abrir las líneas telefónicas y que el público decidiera si aplicar o no la sanción.

Antes del comienzo, el Intruso había anticipado que sería una jornada caliente: “Es un Gran Hermano inédito, para mí y para la producción que ya lleva 10 años. Es la primera vez que nos encontramos con desbordes y con vandalismo. Una generación a la que parece que los límites no le importan“”.

El conductor aseguró que lo sucedido es “fiel reflejo de la realidad”: los chicos encapuchados, cerraduras y puertas rotas, cámaras destrozadas, ”una impunidad increíble”.

“Si algunos de los chicos decide irse inmediatamente se abrirá un nuevo casting para reemplazar a los q se vayan”, aseguró, y luego se las vio negras tras el cruce de acusaciones serias por parte de los chicos y comenzó a minimizar sus propias palabras. “Lo que quieren es rating”, resumió Emanuel, ya casi a la 1 de la mañana, como colorario de un sangriento domingo televisivo.

Fuente: Infobae.

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