Se trata de la médica Gloria Pellegrini, quien declaró en el juicio que investiga el asesinato de Solange, cometido el 10 de enero de 2007, en su casa de Vicente López. Lucila Frend, mejor amiga de la víctima y principal acusada, volvió a ser ubicada en la escena del crimen, aunque la forense aclaró que es muy difícil determinar la hora exacta del hecho. “Fue entre 18 y 24 horas antes de la llegada de los médicos, pero no es un dato preciso. Hay que ver la ropa, la humedad, la temperatura ambiente o si estaba el ventilador prendido”, dijo, haciendo referencia a elementos que no pudieron determinarse en la autopsia.
La mujer, indagada durante 3 horas y media, fue muy clara y dio detalles acerca de las heridas en el cuello que le encontró a Solange. Mientras ella ilustraba el tema, Lucila se tapó la cara y luego comenzó a llorar desconsoladamente, como lo había hecho el lunes, en la primera jornada del juicio. “No presentó resistencia y podría haber estado sedada. De todos modos, no hace falta mucha fuerza para cometer un hecho así. Alguien de 55 kilos lo pudo haber hecho”, sostuvo.
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