16 abr 2009

VANESSA MIRANDA VIO A SU HIJA EN OT

En la gala del domingo alguien le gritó “¡Traidora!” a Vanessa Miranda por no haber votado para salvar a a Agustín Pistone, dado que él fue su compañero de dúo cuando quedó nominado. Esta situación la dejó en un estado anímico muy malo, por lo que la producción de OT2009 decidió darle una grata sorpresa para levantarle el ánimo. Magui Aicega, la nutricionista, fue la encargada de entregarle a Juliana, su pequeña hija.

Al terminar la última clase del día dentro de la academia, Magui Aicega, la embarazada ex Leona, le pidió a Vanessa Miranda que se quedara un minuto. “Quedate tranquila, no te voy a retar, es una cosa linda, de mamá a mamá… Tenés una cosita hermosa” le dijo abrazándola.
En ese momento, Vanessa Miranda entendió de que se trataba la sorpresa y empezó a llorar fuertemente.
Magui se dirigió hacia una puerta y trajo en sus brazos a Juliana, la hija de la participante de Operación Triunfo 2009.

“¡Hola mami!” balbuceó emocionada Vanessa, “Dios, que distinta que estás… vení con mami” le dijo Miranda a su hija.

La nutricionista le dijo antes de irse que podía llevar a su hija a la casa. “¿No le pasó nada que está acá?” preguntó preocupada la emocionada madre. A lo cual la ex Leona le dijo que no, que solo era una sorpresa.
Sin embargo, la morocha interrogó a su pequeña hija para saber como estaba la abuela, el tío y otros familiares.

Afuera, en la casa, alguien gritó “¡Juli!” llamando a Juliana Castro Barello, a lo que la pequeña niña contestó “¿¡Qué!?”, pensando que la llamaban a ella.
Entre lágrimas, Vanessa se dirigió a la puerta y pidió que se acercaran todos, pero que no entren. Sus compañeros se asustaron ante este cuadro, pero cuando todos estuvieron ahí, Miranda mostró a su querida hija.
“¡¡¡NOOOOOO….!!! ¡¡¡AAAAAHHH!!!” Gritaron lo chicos emocionados. “¡Paren que la van a asustar!” advirtió uno de ellos. Pero fue tarde, la niña comenzó a llorar por tanto griterío.

Vanessa volvió a la academia para tranquilizar a la niña, y de a poco, los chicos comenzaron a entrar y a intentar establecer contacto con la pequeña.

Al principio se acercó Cristian Soloa, “Hola Juli, soy de tu altura” comentó Martín Abascal, y mientras se acercaban la niña gritaba “¡¡¡No quiero!!!” y echó a Sebastián Martin Gaste con un “¡¡¡Dejame!!!”, pero luego comenzó a tranquilizarse y le contestó a Carolina Minella que tenía una guitarra en su casa.

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