Entrevista a Fabian Gianola

De chico quería ser futbolista, jugaba de wing izquierdo, pero el destino quiso que Fabián fuese un actor todo terreno y no despreciara ninguna oferta laboral. Por eso podemos verlo en teatro, conduciendo un ciclo de televisión o en un comercial de jabón en polvo.

"Yo soñaba con jugar en la Bombonera, arrodillarme frente de La 12 y gritar un gol”, confiesa Fabián Gianola, actor de raza y por herencia. Fabián es hijo del recordado Beto Gianola, fallecido en el 81, y de chico le tiraba más la pelota que los escenarios.

“Cuando salía del colegio me la pasaba en la Peni…el parque de Las Heras donde antes estaba la Penintenciaría. Ahí estaba lleno de arcos y se podía jugar al fútbol todo el día. Como participaba en los Campeonatos Infantiles Evita y me movía bien como wing izquierdo, me quisieron de varios clubes y, finalmente, mi papá eligió Platense. Y ahí jugué hasta la sexta división Pero como tengo un fémur más corto que el otro, a fines de los 70 me pusieron un corsé de yeso durante seis meses y no jugué más”, completó Fabián sobre su pasión por el fútbol.

Sin embargo, la actuación lo lleva en los genes pero no le pasaba por la cabeza seguir la carrera de su padre. “Ya tenía el mote del gracioso del curso, pero jamás pensé que seguiría los pasos de mi viejo”, confesó.

En una nota al diario Clarín, Gianola rememoró sus primeros pasos en la televisión: “Me comí 11 años haciendo bolos hasta que llegó Los Benvenutos. Y no reniego, al contrario, de ahí tengo grandes anécdotas”. Su primer trabajo data del año 81, en “La Familia Beltrán”.

Luego, con Los Benvenutos, Fabián logra instalarse en la televisión pero estuvo tres años sin estar en la pantalla chica dado que el personaje de gay en la comedia pegó tanto que sólo le ofrecían esos personajes.

Después viró hacia la conducción con Mar de Fondo y TVR y varios ciclos a la medianoche. En teatro protaginizó El Tenor, Boeing Boeing, Pijamas, Victor Victoria y actualmente está de gira con Taxi 2.

“Trato de no anquilosarme, de probarme, de pasarla bien, de crecer, de no arrepentirme y de no traicionarme”, se define el frustrado futbolista y exitoso actor.