17 jul 2009

Entrevista a Mariana Fabbiani

Mariana Fabbiani charló largo y tendido con DiarioShow. y tocó varios temas: su adaptación a los cambios en el programa, el rating, su futuro, los Martín Fierro y la competencia. Además, sobre el divismo de algunas figuras tiró: "No siento que tenga esos aires".

-¿Cómo te adaptaste a los cambios de RSM a lo largo de sus temporadas? ¿Fue fácil?
-Es natural la adaptación. Sucede sin que te vayas dando cuenta. Con el tiempo las cosas se van agotando y se van cambiando. Entonces hay que darle una vuelta a lo que ya existe. A veces te adaptás mejor y a veces te das cuenta que no era exactamente lo que buscabas, pero es día a día. Nunca nos aferramos a ninguna idea de manera obstinada.

-RSM vendría a ser como un hijo que tenés que ir mimando todos los días...
-Y sí, la verdad que sí. Es como la rutina de la pareja (risas). Cuando alguien hace algo todos los días es inevitable caer en ciertas rutinas, que yo intento romper para divertirme, que creo que es el gran secreto de este programa. Me hace bien hacerlo y eso hace que me sienta cómoda. Ya llevamos un tiempo trabajando y, si bien se va sumando gente nueva, siempre hay un vínculo con el que enseguida entramos en confianza. La pasamos bien y tomamos los tragos de verdad (risas).
Al toque, Mariana sentenció: "Si nos divertimos nosotros, el que está mirando también se lo hace. No se puede imponer el humor. Es como un clima que se contagia".

-Más allá de pasarla bien, ¿te fijás en el rating y en la competencia?
-Me fijo hasta ahí. Al estar en América la competencia es más con nosotros mismos. Tratar de mantener un número, ir creciendo de a poco. Pero no tanto mirar hacia fuera porque uno sabe que es difícil desde América. Entonces tenemos ciertos parámetros que nos gusta mantener para que el número se mantenga o mejore, pero nunca en función de la competencia. Lo más importante para mi es cuidar el programa. Si mirás a otro lado perdés el rumbo. El rating lo miro todas las mañanas y a veces los cambios llevan su tiempo. No hay que volverse loco con el número, porque eso no tiene que ver con lo que uno tiene ganas de hacer.
-¿Tu futuro está abocado a RSM?
-Vivo el día a día. Pienso cómo va a ser el programa de hoy y el de mañana. Si pienso lo que voy a hacer en otro año me distraigo de lo que estoy haciendo. Voy paso a paso. Por ahora estoy contenta, nos está yendo bien. Es más, el cambio de horario dio como una bocanada de aire fresco. Salir al aire un ratito antes nos ayudó con el número. Sí estoy abocada a la conducción y pienso que mi carrera tiene que ver con eso.

-¿Crees que ya sos una diva de la tele, o vas camino a eso?
-Yo no sé qué es eso. Tendríamos que definirlo. No siento que tenga los aires de divismo. Quizás eso me aleja de la imagen de una diva. Sí sé que tengo un lugar ganado y estoy ocupando una franja importante hace un tiempo, como el prime time. En ese sentido creo que voy a seguir alimentando eso. Pero lo de diva no creo que lo pueda responder. Son cosas que se juzgan más desde afuera que desde adentro. Yo tengo mi vida re normal. Encontré con este programa mucha gratificación. Con RSM me llegó el reconocimiento del medio, me llegaron los premios y me afiancé en un lugar. Ese sentido hubo un click, pero no sé si tiene que ver con el divismo. No sé si es bueno o malo ser una diva (risas).

-¿Cómo te preparás para la conducción de los Martín Fierro?
-Estoy re contenta. Está bueno hacerlo porque es un lujo. Son uno de los premios más importantes. Además seguro la paso mejor conduciendo que sentada y comiendo (risas). Me divierte mucho estar ahí arriba y me enorgullece que me convoquen.


Fuente: Primicias Ya

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