
“Aaaaay” gritó Johana Luz Quintero antes de abrazar a Graciela, su madre, y estallar en un llanto por la emoción “Te extraño”, continuó.
Madre e hija se sentaron para recuperar el contacto que no tuvieron durante más de un mes y medio.
Junto con ella, la mamá llevó algunas fotos de la familia, con las cuales Johana se emocionó aun más.
Luego de unos minutos, Graciela se levantó y se dirigió a una puerta, de la cual salió Lita, la abuela de la mendocina. “Ay abuela”, exclamó antes de abrazarla y llorar con más fuerza.
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