
Al terminar la última clase del día dentro de la academia, Magui Aicega, la embarazada ex Leona, le pidió a Vanessa Miranda que se quedara un minuto. “Quedate tranquila, no te voy a retar, es una cosa linda, de mamá a mamá… Tenés una cosita hermosa” le dijo abrazándola.
En ese momento, Vanessa Miranda entendió de que se trataba la sorpresa y empezó a llorar fuertemente.

“¡Hola mami!” balbuceó emocionada Vanessa, “Dios, que distinta que estás… vení con mami” le dijo Miranda a su hija.
La nutricionista le dijo antes de irse que podía llevar a su hija a la casa. “¿No le pasó nada que está acá?” preguntó preocupada la emocionada madre. A lo cual la ex Leona le dijo que no, que solo era una sorpresa.

Afuera, en la casa, alguien gritó “¡Juli!” llamando a Juliana Castro Barello, a lo que la pequeña niña contestó “¿¡Qué!?”, pensando que la llamaban a ella.
Entre lágrimas, Vanessa se dirigió a la puerta y pidió que se acercaran todos, pero que no entren. Sus compañeros se asustaron ante este cuadro, pero cuando todos estuvieron ahí, Miranda mostró a su querida hija.

Vanessa volvió a la academia para tranquilizar a la niña, y de a poco, los chicos comenzaron a entrar y a intentar establecer contacto con la pequeña.
Al principio se acercó Cristian Soloa, “Hola Juli, soy de tu altura” comentó Martín Abascal, y mientras se acercaban la niña gritaba “¡¡¡No quiero!!!” y echó a Sebastián Martin Gaste con un “¡¡¡Dejame!!!”, pero luego comenzó a tranquilizarse y le contestó a Carolina Minella que tenía una guitarra en su casa.
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