El intendente del Bolson: Oscar Romera fue entrevistada luego de su agresión a Gonzalito

–Me imagino que vio CQC, ¿no se avergonzó de su reacción?
–Mi impresión después de la calentura que me agarré es totalmente reprochable. Pero tanto él como yo fuimos usados por personas que le vendieron carne podrida. Ellos vinieron a buscarme sabiendo que me enojo fácilmente y lo consiguieron. Estoy avergonzado porque no puedo defender lo indefendible, no tendría que haber reaccionado así.

– ¿Por qué lo hizo entonces?
–Porque dijeron que habían prendido fuego una radio local.

–Y si eso fue así...
–Y además vino con una versión de que yo quería cambiar el aeropuerto. Eso es mentira porque llamé a un plebiscito para a cambiar el aeródromo y la gente me dijo que no.

–Pero sin embargo usted persiste con la idea.
–Nosotros nos regimos por una carta orgánica de 1985 donde en su artículo primero cita que es voluntad de esa convención que la municipalidad procure la relocalización del aeródromo para disponer de su reorganización. Me ajusto a las reglas de la democracia porque el pueblo dijo que no. En un pueblo como el que tengo, la Gendarmería Nacional ocupa 63 hectáreas de un aeródromo que rodea a la población. Para mí eso es muy peligroso. Pero no supimos vender un proyecto que era necesario para el desarrollo de El Bolsón. No supimos, y a joder.
–Hay quienes sostienen que el motivo del traslado responde a los intereses de Lewis. De hecho sus tierras lindan con el proyecto del nuevo aeropuerto.
–Conocí a Lewis cuando se declaró un desastre nacional en El Bolsón donde hubo cientos de evacuados y él donó dinero para paliar la emergencia y unos 3.000 colchones. Tengo una buena relación, pero ni yo le he pedido nada ni él me ha pedido a mí.

– ¿Qué hacía entonces en las puertas de la propiedad de Lewis repudiando a la gente que reclamaba el libre acceso a las costas y lagos patagónicos?
–A Lewis le han hecho una campaña nacional porque tiene tierras valiosísimas que compró en todo su derecho porque nuestras leyes se lo permitieron. Pero él lo hizo mientras nuestros empresarios millonarios argentinos se llevan la plata a otros países. Este hombre la trajo acá, emplea a más de setenta personas. ¿Y ahora se acuerdan de sus tierras? Lo hacen mediáticamente. Esos manifestantes no eran más de veinte ni sabían a qué habían venido porque les pagaron para que vengan. Estuve ahí para decirles que este es mi pueblo y que el lío lo fueran a hacer a otro lado.

–Pero su relación con Lewis no puede negar que parece sospechosa.
–Este es el primer medio de comunicación que me da la posibilidad de expresarme. Hay un empresario exitoso en el mundo entero que siempre intentó ayudar a los habitantes de El Bolsón. Alguna vez vino con la intención de hacer un hospital cuando yo no era intendente y nos quedamos sin hospital por culpa de los detractores que lo señalaron con el dedo. Fui elegido tres veces consecutivas como intendente desde el 2002, así que tan malo no soy.

La versión de Gonzalito
Fuimos al Bolsón para hacer un informe para la sección “Proteste ya” de CQC. Habíamos recibido varios correos de los vecinos de la zona, enviados a protesteya@cuatrocabezas.com, que es la dirección que la producción del programa destina a las denuncias.

Según contaban esos e-mails, el intendente Oscar Romera insistía en trasladar el aeropuerto de El Bolsón hacia otro predio, distante 30 kilómetros del actual, aun después de haber evaluado la negativa popular a través de un plebiscito no vinculante en el que el 76 por ciento de los votantes se opuso. Antes de que se realizara el plebiscito existió un debate que fue televisado y sorpresivamente, seis días más tarde, la radio local que más se oponía al proyecto sufrió un incendio que los peritos determinaron como intencional.

Nuestros propósitos originales fueron: consultarle a Romera sobre la actitud que tomaría su gobierno en relación al esclarecimiento del incendio; investigar qué futuro tendrían las tierras que hoy ocupa el aeropuerto y a quiénes beneficiaría el potencial traslado, un negocio calculado en 250 millones de pesos.

Como pudo verse en CQC, dialogar con Romera fue imposible. Nos agredió y amenazó, tanto a mí como a los productores que me acompañaban; llamó a la policía con clara intención de secuestrar nuestro tape y para concluir, permitió el acceso de un grupo de seguidores, muy patoteros, que copiaron su tono y estrategia. Ni siquiera la cámara encendida consiguió que midieran actitudes y palabras.
La policía actuó muy bien; nos rescató de allí y nos llevó al hotel en un patrullero, para evitar que nos lastimaran. De algún modo, el encuentro con Romera provocó un corrimiento en el eje del informe. Decidimos cambiarnos de hotel porque aún teníamos algunas entrevistas pendientes y no queríamos volver a Buenos Aires sin grabarlas.

Nos alojamos en unas cabañas pero los movimientos que había en el lugar nos intranquilizaron, así que finalmente nos autoexiliamos en Bariloche. Allí pudimos leer que Romera había ratificado su accionar, en declaraciones a una agencia de noticias local.

La situación me indignó y me llenó de impotencia. Esa persona prepotente, con antecedentes de violencia, es parte de nuestra clase política y tiene a cargo el Poder Ejecutivo de una ciudad. Y me fui. Volví a Buenos Aires. Conduje el programa junto a Ernestina y Juan, pero la gente de El Bolsón sigue ahí... (¡vive ahí!). En democracia, pero bajo la gestión arbitraria y despótica de Romera. La gente tiene miedo y no sólo miedo a quejarse por el traslado del aeropuerto, sino a denunciar cualquier tipo de irregularidad que pueda contrariar a Romera y desatar su furia impune.

Fuente: Revista Veintitrés. Fotos agradecimiento Revista Veintitrés.