
Luego de golpearla y dormirla con unas gotas, Gracia (Aleman) encierra a Renata (Viale) para impedir que salve la vida de Uribe (Taibo) durante el atentado. Pero su nieta despierta, logra escapar y llega al lugar con el último aliento, a tiempo para recibir ella el balazo destinado a Lorenzo.
En grave estado, la internan en el hospital para extraerle el proyectil. Lorenzo, eternamente agradecido por el gesto - y ya irremediablemente enamorado – se queda a velar por su salud. Cuando se quedan solos en la habitación, Renata aprovecha el momento para besarlo en los labios.
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