
"Fuerte contractura y tensión cervical, acompañados de un cuadro de estrés", fue el diagnóstico. El origen del cuadro es la mala sangre que le viene generando su programa, Un mundo perfecto, que desde que arrancó nunca pudo tener el mínimo de rating esperado. A poco más de diez días de su internación, Roberto Pettinato contó las causas de su bajón de salud.
"(El programa) No medía lo que tenía que medir. Lo cambiamos un montón de veces. Todo eso fue muy traumático. El proyecto original se desvaneció, y eso me puso bastante nervioso. Hasta el médico me dijo: ‘¡A vos casi te mata el último programa!’. Pero, bueno… Sirvió para pensar un montón de cosas…", contó en la revista Gente.
Para Petti, la única responsable de esta crisis es la pantalla chica: "En diciembre del año pasado le dije a Karina: ‘En el 2009 no voy a hacer televisión’. Había terminado con Duro de domar en el Trece y quería descansar un poco. Pero después vino Gastón y me tentó con hacer Un mundo perfecto, el programa de la medianoche que yo tanto quería".
Ya más compensado, el ex Sumo volvió al programa con otra actitud. "Me dieron un par de pastillas que me calmaron bastante. Pero ahora el programa de la tele está bien. Encima, tuve una idea revolucionaria. ¡Mandé a laburar a Guido Suller y a Jacobo Winograd!".
Sobre la apuesta de llevar mediáticos a su ciclo para darle una vuelta de tuerca, explicó: "Cuando lo propuse en la mesa de producción les pregunté: ‘¿Si Salvador Dalí tuviera su programa de televisión en Argentina, no estarían trabajando Guido y Jacobo?’. De esta manera tengo una visión ‘dalineana’ de todo lo que pasa en la tele".
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